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San Fernando del Valle de Catamarca
miércoles, 25 septiembre, 2024

Votos irreflexivos

viernes, 23 de agosto de 2024 02:12

A través de sus concejales, autoridades de los municipios de Hullapima y Capayán buscan algún auxilio de Provincia para que los vecinos de sus localidades puedan pagar las facturas de la luz, un problema creciente que afecta no sólo a todos los catamarqueños, sino a todos los argentinos, con especial impacto en comercios e industrias que tienen en la energía eléctrica su insumo principal. Facturas impagables causan estragos en las economías familiares, y también ponen en jaque a miles de emprendimientos en todo el territorio nacional. Pero no se trata de la única expresión de las nuevas reglas económicas, ya que también se disparó el precio del transporte público, de los medicamentos, de los alimentos, de la medicina prepaga, de los combustibles, del gas envasado, del gas natural, etc.

Este desastre, agravado por una devaluación inicial del peso del 120 por ciento y su consecuente destrucción del salario, lleva a la población a una crisis gravísima, donde la clase trabajadora no encuentra más salidas que endeudarse, restringir gastos, bajar su calidad de vida. El crecimiento de la pobreza y la indigencia alcanzan niveles récord en el país, mientras los consumos de productos básicos como carne o leche, caen a sus niveles históricos más bajos en un siglo. Son realidades, no opiniones. Son los efectos de un programa económico que desprecia la producción y el trabajo, y que pone al país entero al servicio de un supuesto ordenamiento de la macroeconomía, proceso en el cual ganan los especuladores financieros que conducen las finanzas, y que han hecho el mismo juego a costa del pueblo argentino una, dos, tres veces… siempre con el mismo método y con los mismos resultados.

No se puede culpar a quienes apoyaron este proyecto, creyendo en la fantasiosa dolarización y la promesa de que el ajuste sería para la casta y no para el pueblo. Javier Milei mintió cuando dijo que no iba a tocar a los trabajadores. Hoy está claro quién paga las consecuencias. He aquí la famosa libertad que se prometía. He aquí las consecuencias de la ausencia de regulación estatal, interpretada como una herramienta para proteger a los que menos tienen. En Catamarca, Milei ganó el balotaje con más del 50 por ciento de los votos. Alrededor de 124.000 catamarqueños lo votaron, entusiasmados con la aniquilación del Estado. Muchos de ellos pagan ahora las consecuencias de su decisión y exigen ayuda al Gobierno peronista. Quizás para la próxima sea importante reflexionar mejor antes de votar y entender lo que se vota cuando se vota, por ejemplo, la eliminación de los subsidios. Porque el peso de ese gasto lo paga cada uno de los catamarqueños y no la casta. Si se reclama y valora el boleto gratuito, la asistencia estatal y la presencia de un Gobierno que ayude y contenga, entonces quizás el proyecto “libertario” no sea el que realmente se desea.

El Esquiú.com

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