En un escándalo que ha sacudido a la sociedad, una organización delictiva compuesta por funcionarios judiciales, policías, abogados, empleados de Registro de la Propiedad, Dirección General de Catastro y el Banco Nación fue desarticulada tras una exhaustiva investigación del Ministerio Público Fiscal. La operación, que resultó en la imputación de 21 personas, ha revelado un entramado de estafas procesales y usurpaciones que operaban con la complicidad de empleados de organismos públicos.
En una entrevista con el programa Mañana Central que se transmite por Ancasti Streaming, el abogado Carlos Uslenghi, quien representa a una de las víctimas, expuso los detalles de cómo esta banda había estado operando durante años. Uslenghi aseguró que había sospechas de maniobras ilegales dentro del Poder Judicial, donde abogados y ciudadanos particulares colaboraban para llevar a cabo estafas relacionadas con inmuebles y vehículos.
“Esta banda había trabajado en nuestra sociedad por mucho tiempo. La fiscalía comenzó a observar el modus operandi tras numerosas denuncias de abuso de firma en blanco y secuestros de vehículos. Se apropiaban ilegalmente de propiedades y vehículos, embargando cuentas o cobrando deudas ficticias, aumentando así un patrimonio que hoy es difícil de calcular”, afirmó Uslenghi, comparando el monto de las estafas con el caso Bacchiani.
El abogado detalló el impacto social que este caso generará, señalando que el sistema judicial tendrá que reevaluar sus procedimientos. “Todo se hace en función de dateros, gente que les llevaba la información”, explicó.
El modus operandi de la organización era escalofriante. Según Uslenghi, se aprovechaban de propiedades con títulos sin movimiento, falsificaban documentación y generaban procesos judiciales para apropiarse de inmuebles. Relató el caso de un cliente, un humilde pintor, cuyo vehículo fue secuestrado sin ninguna notificación previa. “Cuando revisé el expediente, las firmas de las notificaciones no coincidían. El oficial de justicia declaró que había dejado la notificación en la puerta, pero no había pruebas de ello”, narró Uslenghi.
El abogado destacó la cantidad de denuncias que apuntan al mismo patrón de fraude, lo que sugiere una grave falta de ética en el sistema judicial. “Se ha perdido el decoro en el Poder Judicial. Se perdió tener la conducta frente a la sociedad que te demuestre que sos honrado y transparente“.
“Yo apuesto a que la sociedad de Catamarca lo condicione al Poder Judicial, a todo el sistema, para que esto se acabe. Ahora pusimos la realidad sobre al mesa, como sociedad. Porque no podés permitir en una sociedad de buenos valores que vos trates como grandes señores a quienes han hecho su estatus social sobre la base de atacar o perjudicar a la gente a través de la estafa“, concluyó.