domingo, 27 de julio de 2025 00:38
Los ataques de pánico pueden clasificarse en diferentes tipos según cómo y cuándo ocurren. Reconocer el tipo de ataque que experimentas puede ser útil para comprender mejor el trastorno. Existen tres tipos principales:
Ataques de pánico inesperados o espontáneos:
Estos ataques surgen de manera imprevista, sin un desencadenante claro. Son característicos del trastorno de pánico, ya que parecen surgir “de la nada” y generan un gran desconcierto.
Ataques de pánico situacionales:
Ocurren como respuesta directa a una situación temida o estresante. Un ejemplo podría ser experimentar pánico al subir a un avión si se tiene miedo a volar. Son comunes en personas con fobias específicas o fobia social.
Ataques de pánico anticipados o inducidos por la situación:
Estos ataques ocurren tras anticipar una situación temida, pero no siempre se manifiestan cuando la persona está realmente expuesta. Por ejemplo, sentir ansiedad extrema al pensar en tomar el metro, pero no siempre tener un ataque al subirse.
¿Cuándo buscar ayuda?
Es importante saber que los ataques de pánico y el trastorno de pánico pueden empeorar si no se tratan adecuadamente. Si presentas alguno de los siguientes síntomas de manera recurrente, es recomendable buscar ayuda profesional lo antes posible.
Cuanto antes se busque ayuda, más fácil será tratar el trastorno de pánico y evitar que domine tu vida.