En la Unidad Judicial de Violencia de Género de la Capital de Catamarca, ingresa un promedio de 24 denuncias por día. Las demoras son de más de 4 horas entre denuncia y denuncia, y en el medio las mujeres ven pasar a su victimarios cuando ingresan o les dan la libertad.
En abril de este año, se supo que en Catamarca, las mujeres debían esperar más de 4 horas para poder denunciar ya que la Unidad de Violencia de Género de la provincia estaba saturada y no contaba con el personal suficiente.
Tal es el caso de María José Córdoba, una mujer catamarqueña que denunció a su ex pareja 24 veces sin conseguir cualquier tipo de equidad y quien lucha para ser escuchada por la Justicia de Catamarca.
La víctima, pide a la Jueza de Familia catamarqueña Irma Graciela Filippín quien es la encargada de llevar el caso, la tenencia de su hijo y por supuesto justicia por todas las denuncias hechas en contra del padre de la criatura, quién además registra antecedentes por falsificación de cheques y robo.
“Cuando quise buscar a Benjamín, me dijo que me iba a cagar matando”, estas fueron las palabras de Juan Nicolás Carranza, autor de la violencia que María padeció durante años y el encargado de privarle el deseo a su hijo de poder estar con su mamá.
María, hoy lucha por conseguir la tenencia de su hijo, quien fue apartado de su hogar, su hermano y su familia materna.