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En la Capital

La justicia ya tomó intervención y se investiga si se trató de un intento de secuestro o una grave falta por parte del conductor.

Un inquietante hecho se registró en la noche del martes en la intersección de Avenida Choya y calle Chuquisaca, cuando una mujer de 27 años y su hija de tan solo 5 abordaron un vehículo solicitado mediante la aplicación Uber. El auto, un Chevrolet Classic gris con dominio OKJ681, coincidía exactamente con los datos que figuraban en la app. Sin embargo, minutos después de iniciar el trayecto, el conductor comenzó a hacer preguntas personales y se desvió de la ruta prevista. El viaje, que debía dirigirse hacia la zona de Padre Orellana, tomó rumbo hacia Avenida Los Legisladores y el interior del Parque Adán Quiroga, generando una situación de alarma para la pasajera.

La mujer, visiblemente alterada, le pidió en al menos tres ocasiones que detuviera la marcha. En una de ellas, incluso llegó a tocarle el hombro al chofer para exigirle que frenara. Finalmente, logró descender del vehículo con su hija, quien comenzó a vomitar producto del estrés vivido. Afortunadamente, no hubo agresión física ni insinuaciones de índole sexual, pero el temor generado fue tal que la víctima denunció lo ocurrido en sede policial, señalando que el chofer “le causó temor actuando con actitud sospechosa”. La justicia ya tomó intervención y se investiga si se trató de un intento de secuestro o una grave falta por parte del conductor. Hasta el momento, no hay testigos del hecho.

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