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San Fernando del Valle de Catamarca
11 agosto, 2025

Techos verdes en la ciudad: una especialista explica su impacto ambiental

En un escenario de crecientes desafíos ambientales y climáticos, los techos verdes surgen como una alternativa sustentable capaz de mejorar la calidad de vida en las ciudades y proteger la biodiversidad frente a olas de calor y lluvias intensas.

Los techos verdes consisten en una estructura de varias capas que se instalan sobre edificios o viviendas. Estas incluyen membranas impermeables, sistemas de drenaje, sustratos adecuados y una capa de vegetación, que puede variar según el clima y el tipo de cubierta. Existen dos tipos principales: las cubiertas intensivas, que funcionan como jardines con mantenimiento similar a un espacio natural, y las extensivas, que requieren menos cuidado y presentan vegetación más resistente.

Además, estas cubiertas vegetales ofrecen múltiples beneficios para las ciudades. Entre ellos, la reducción de temperaturas interiores, la absorción y retención de agua de lluvia, y la disminución del riesgo de anegamientos al ralentizar el escurrimiento hacia los desagües pluviales. También contribuyen a mitigar el efecto “isla de calor” y a mejorar la eficiencia energética de las construcciones, aspectos clave para un entorno urbano más saludable y sostenible.

María Silvina Fenoglio es una reconocida bióloga cordobesa y embajadora sudamericana en techos verdes. Investigadora independiente del CONICET y Exploradora de National Geographic, ha participado en investigaciones nacionales e internacionales en conservación y ecología urbana. Ha brindado charlas TEDx y, recientemente, participó en la Primera Conferencia Climática Internacional en Córdoba, donde expuso sobre los beneficios ambientales de los techos verdes. Apasionada por los insectos y sus interacciones con las plantas, forma parte del Grupo de Interacciones Insecto-Planta del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV) de la UNC.

En diálogo con Inforama, María Silvina comparte su experiencia e interés en los techos verdes, así como los beneficios y desafíos que implica su implementación en las zonas urbanas.

¿Qué te impulsó a especializarte en ecología urbana y, en particular, en el estudio de los techos verdes?
Todo comenzó durante mi trabajo final de grado donde estudié los efectos que ejercían distintos tipos de ambientes (natural, agrícola, urbano) sobre un grupo particular de insectos que son los parasitoides (i.e. insectos que naturalmente controlan a otros que muchas veces son plagas). Ese fue el puntapié inicial, luego en mi doctorado me especialicé en evaluar los efectos de la urbanización a diferentes escalas espaciales sobre estas interacciones entre parasitoides y sus hospedadores. Y es ahí cuando mi cabeza hizo un clic, y me empezó a interesar cada vez más la ecología urbana. Primero para tratar de entender los efectos de los múltiples factores de disturbio que hay en las ciudades sobre las comunidades biológicas, y luego buscando soluciones que ayuden paliar la pérdida de biodiversidad. Y en esta línea es donde aparecen los techos verdes, que son espacios creados por las personas para cambiar el techo de un edificio o vivienda en un espacio verde que puede funcionar como un verdadero ecosistema. Creo que nosotros los humanos al vivir en ciudades tan cargadas de cemento, hemos perdido el contacto con la naturaleza y por lo tanto muchas veces no la valoramos. Yo crecí en una ciudad pequeña del interior de Córdoba, y recuerdo mi infancia jugando en los baldíos cercanos a mi casa. Ahora vivo en Córdoba capital y para mi hijo eso es difícil de que ocurra, porque los baldíos muchas veces no son accesibles, y porque muchas veces otro tipo de espacios verdes como parques y plazas no están tan cerca como para ser disfrutados a diario. Por lo tanto, creo que el principal impulsor fue creer que las ciudades pueden transformarse y ser más verdes, con todos los beneficios que eso implica. Como investigadora mi rol es encontrar evidencia científica que apoye esa idea. Es por eso que hace unos años comenzamos a estudiar los techos verdes para conocer si funcionaban como verdaderos hábitats para diferentes organismos, y pudimos comprobar que sí, que efectivamente estos espacios contribuyen a la conservación de la biodiversidad de plantas e artrópodos en las ciudades.

Como embajadora sudamericana de Techos Verdes, ¿cómo llegaste a ocupar ese rol y qué responsabilidades o desafíos conlleva?
Este año recibí una invitación de un grupo de personas del Reino Unido, muy involucradas en organizaciones vinculadas a techos verdes, que han creado hace unos años atrás un movimiento global donde cada 6 de junio celebran el día internacional de los techos verdes con el fin de crear conexiones alrededor del mundo para celebrar y visibilizar los importantes beneficios de los techos verdes. Ellos me ofrecieron ser embajadora para Sudamérica en este día con el objetivo de dar a conocer lo que aquí investigamos en relación a techos verdes y biodiversidad, ya que este año el lema fue la Educación. El objetivo era realizar una actividad puntual que podía ser una charla, un video corto, un posteo en las redes, algo que invitara a reflexionar sobre como el potencial de los techos verdes para reverdecer las ciudades.

En tu experiencia, ¿cuáles son los mitos o ideas equivocadas más comunes sobre los techos verdes que te gustaría desmentir?
Creo que el principal miedo de la gente es creer que si tengo un techo verde voy a tener problemas de humedad en mi vivienda o bien que las raíces de las plantas sean un problema. Y lo que quiero aclarar es que si el techo verde está bien construido, por profesionales en la materia, ya sea arquitectos o ingenieros, no debería haber ningún tipo de problema. Y esto es porque se utilizan membranas y capas aisladoras que impiden que las raíces pasen o que el agua se acumule y se filtre. Así mismo el techo debe ser diseñado para que la construcción soporte la capacidad de carga del sustrato, con todo lo que eso implica. Una vez que estas ideas o miedos son resueltos queda ver el lado B del asunto, es decir los beneficios que aportan los techos verdes.

Recientemente participaste en la Primera Conferencia Climática Internacional en Córdoba. ¿Qué aprendizajes o reflexiones te dejó ese encuentro?
Efectivamente, en el mes de julio se realizó la Primera Conferencia Climática Internacional en Córdoba, que tuvo como objetivo principal organizar la agenda de los gobiernos de la zona previamente a la COP30 que se llevará a cabo en Brasil, con el fin último de potenciar la economía circular y mitigar los efectos del cambio climático. Particularmente, estuve invitada al encuentro a una Sesión especial sobre Biodiversidad, donde expuse los resultados de nuestras investigaciones relacionadas a biodiversidad y techos verdes. Honestamente, a pesar de no estar segura sobre la efectividad y la real puesta en práctica de todo lo que se habló, considero que no deja de ser un espacio valioso donde muchas personas, entre ellos investigadores científicos, además de políticos, tomadores de decisiones, y público en general se encontraron para reflexionar sobre el tema y buscar soluciones, sobretodo planteadas desde las ciudades.

¿Por qué considerás fundamental la preservación de insectos en las ciudades y qué especies suelen colonizar los techos verdes?
Actualmente estamos viviendo una de las más graves crisis de pérdida de biodiversidad a nivel global. En relación a los insectos, se estima que un 10% de los insectos están amenazados, esto parece poco pero es muy importante, porque más del 50% de las especies conocidas del planeta son insectos que cumplen funciones ecológicas esenciales en el ambiente como la polinización, el control biológico de plagas y la descomposición de la materia orgánica. Existen numerosos factores que afectan a la biodiversidad de insectos entre los que se incluye la urbanización. Sin embargo, las ciudades tienen a su vez un enorme potencial para comenzar a revertir esta situación. Las zonas verdes urbanas son cruciales para el bienestar de los habitantes y para el buen funcionamiento de las urbes, pero también para la conservación de la biodiversidad. En este sentido los techos verdes son un tipo de solución basada en la naturaleza que pueden ofrecer verdaderos hábitats para diferentes especies de insectos y otros artrópodos. En Córdoba, desde el año 2017 estamos realizando estudios científicos que demuestran que estos espacios pueden convertirse en verdaderos refugios de biodiversidad. En 30 techos de la provincia registramos 74 especies de plantas espontáneas y 500 especies artrópodos, con un total de 13000 individuos, de diferentes grupos tales como mariposas, polillas, pequeñas avispas, vaquitas de san Antonio, chicharritas, abejas, artrópodos de suelo, entre otros. Así mismo, en otro estudio demostramos que las plantas nativas fueron más tolerantes a la sequía y promovieron una mayor biodiversidad de insectos que plantas exóticas, lo que sugiere que es posible diseñar techos verdes biodiversos en una ciudad semiárida como Córdoba con un esfuerzo de gestión relativamente bajo.

¿Qué beneficios concretos pueden experimentar los vecinos al contar con techos verdes cerca, ya sea en sus hogares o en espacios públicos?
Los techos verdes tienen múltiples beneficios tanto para la vivienda o edificio como para las ciudades. Al contar con un techo verde la eficiencia energética de los edificios o viviendas aumenta, en términos de regulación de temperatura en verano no es necesario prender el aire acondicionado. En cuanto a los beneficios ambientales para las ciudades se pueden mencionar la reducción del efecto de “isla de calor”, la retención de aguas pluviales y la disminución de la contaminación del aire. En términos ecológicos son importantes para preservar y/o aumentar la biodiversidad urbana como mencioné anteriormente. También tienen beneficios para las personas ya que se ha visto que, como otros espacios verdes, promueven el bienestar social y el apego al lugar. Si bien algunos tipos de techos verdes pueden ser costosos, alentamos la construcción de techos con materiales locales y de bajo mantenimiento, usando plantas nativas que requieren menos cuidados, son más perdurables en el tiempo y favorecen la biodiversidad.

Si te interesó este tema, INTA Catamarca anunció el inicio de inscripciones para el curso “Cultivo sin suelo”, que comenzará en septiembre. Este curso está orientado a conocer las posibilidades del cultivo sin suelo, así como los criterios y recursos adecuados para su manejo integrado y sostenible. Durante el programa se abordará también el uso de techos verdes y cómo pueden ser creados y aplicados en distintas zonas urbanas. Las inscripciones ya están abiertas desde hoy.

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