Según un estudio realizado por el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE), el 91% de los hogares argentinos registra algún tipo de deuda en mayo de 2025, marcando un salto preocupante respecto al 54% registrado en 2023. El fenómeno, advierten, ya no es coyuntural: “El endeudamiento ha dejado de ser una herramienta transitoria y se convirtió en un problema estructural”, concluye el informe.
El uso de tarjetas de crédito representa el principal origen del endeudamiento (30,5%), especialmente para cubrir gastos esenciales como alimentos (58%) e indumentaria (15%). A esto se suman deudas con bancos, prestamistas, comercios, familiares y servicios impagos como alquiler, expensas o salud. El informe destaca que muchas familias piden nuevos créditos solo para pagar deudas anteriores, en una dinámica de refinanciación sin salida que agrava la crisis de ingresos.
La mayor parte de las deudas fueron asumidas durante 2024, aunque persisten compromisos tomados en años anteriores. El 65% de los hogares afirma tener entre dos y tres deudas activas, y un preocupante 28% destina más de la mitad de sus ingresos mensuales al pago de compromisos financieros. Mientras el 52% cree que podrá saldar sus deudas este año, otro 24% reconoce que es poco probable cumplir con todas sus obligaciones.
El nivel de mora también es elevado: el 48% de los hogares está en mora simple y el 28% enfrenta procesos judiciales por incumplimiento. Incluso, un 15% denunció embargos o bloqueos en sus cuentas bancarias. El informe concluye que el empobrecimiento de los hogares requiere medidas urgentes como el fortalecimiento del empleo formal, la recuperación del poder adquisitivo y un acceso al crédito con condiciones sostenibles.