El 25 de agosto, la Iglesia celebra a San Luis IX de Francia, un rey del siglo XIII cuya figura es un faro de santidad y justicia en la historia de Europa. Nacido en 1214, Luis se convirtió en rey de Francia a la edad de 12 años. Su reinado, que duró de 1226 a 1270, fue un período de gran prosperidad y paz para Francia. San Luis IX se dedicó a gobernar con justicia y misericordia, y se convirtió en un modelo de gobernante cristiano.
Un Rey al Servicio de Dios y del Pueblo
San Luis IX fue un hombre de una fe profunda, que dedicó su vida a la oración y a la penitencia. Se le atribuyen numerosos milagros, y su santidad se hizo evidente en su vida de piedad y devoción. Fundó la famosa Sainte-Chapelle en París para albergar la Corona de Espinas de Cristo, una reliquia que había adquirido. También se dedicó a la caridad, ayudando a los pobres y a los enfermos.
El Legado de la Justicia y la Santidad
San Luis IX es el patrón de los reyes y de los jueces. Su vida es un recordatorio de que la fe puede ser una fuerza transformadora en la sociedad, y que un líder puede ser un instrumento de la gracia de Dios para guiar a su pueblo hacia la santidad. Su festividad es un día de gran regocijo para los fieles de Francia y para todos los que valoran la justicia.
Oración
Oh, Dios, que en San Luis IX de Francia nos has dado un ejemplo de gobernante justo y santo, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo su ejemplo, busquemos la justicia y la misericordia en nuestra vida. Amén.
Este artículo forma parte de nuestro especial ‘Fe y Devoción en Agosto’. Descubri la guía completa del santoral del mes haciendo clic aquí.