sábado, 21 de junio de 2025 00:56
Considerado una gloria del fútbol de Catamarca, se desempeñó como jugador, árbitro, director técnico y dirigente en la Liga Catamarqueña de Fútbol. Nació en el barrio Los Ejidos de la capital catamarqueña el 1 de septiembre de 1926. Hijo de Doña Juana Ventura Luna, tenía diez hermanos (una mujer y nueve varones), entre quienes Luis y José fueron jugadores de fútbol de Primera División. A los 16 años se inicia en Coronel Daza de la Liga Chacarera junto a sus dos hermanos, porque San Lorenzo, su equipo de barrio, no era un club federado.
A los 20 años le toca el servicio militar y pasa a integrar el desaparecido Club Unión, para jugar en Primera División de la Liga Catamarqueña, donde tenía como compañeros a Alberto Rodríguez, “Perro” Parodi, Carlos Suárez y Luis Bevilaccua. Posteriormente pasa al Club Independiente capitalino, donde tiene como compañeros a los hermanos Oliva, “Pucho” Reinoso, “Chueco” Tapia, entre otros.
Finalmente, se da el gusto de jugar en San Lorenzo de Alem, donde juega con el “Mono” Vega, “Arazana” Brizuela, Ponce y “Chalita” Soria, retirándose de la práctica oficial del fútbol a los 36 años. También integró con frecuencia los seleccionados de la Liga, que disputaban los torneos de AFA. Tenía como compañeros al “Loco” Espeche, “Pucho” Reinoso, “Mono” Luján (Padre), Enrique Romero, “Gringo” Vázquez, “Yareta” Salcedo, el “Tucumano” Juárez, “Medio Litro” Corro, entre otros.
El 9 de julio de 1953 se presenta en Catamarca San Lorenzo de Almagro, enfrentando al seleccionado local. En la ocasión gana el equipo visitante 6 a 3, con la novedad de que el arquero del “Santo” fue el catamarqueño Francisco “Chicho” Gerónimo y uno de los goles de la Liga fue convertido por el “Mocho” Luna, quien resultó una de las figuras del partido, por lo que lo tentaron a viajar con ellos, pero la respuesta fue negativa por tener una familia integrada.
Como jugador tenía como característica de ser un veloz y potente delantero, wing izquierdo, y pateaba desde larga distancia, llegando a convertir 60 goles en diferentes equipos de la Liga Catamarqueña, 44 goles en Independiente, siendo goleador de la Liga en el año 1953, con 10 goles en San Lorenzo y 6 goles en Unión. Jugó aproximadamente durante 20 años.
Finalizada su trayectoria como jugador, se dedica al arbitraje a pedido del entonces presidente liguista José Guido Jalil, dirigiendo varias temporadas, contando como colegas a los recordados árbitros “Pezuña” Núñez, “Lucho” Tolosa, “Santiagueño” Bazán, José Tula, y Ángel Barrionuevo. Desempeñándose con buen suceso.
Continúa como director técnico de San Lorenzo en 1968, logrando ascender a la división superior. Luego, asume como presidente de San Lorenzo en 1976, dejando esporádicamente la conducción del club al vicepresidente, al recordado Jorge “Jeringa” Silva, desempeñándose como director técnico y bajo su conducción se consagra campeón y representa por primera vez al Torneo Regional en 1978, año que realiza una gran y recordada campaña iniciando su camino a su actual grandeza.
Durante su extensa trayectoria, recibió varios reconocimientos, por ejemplo, en San Lorenzo, Independiente, Liga Catamarqueña y Gobierno de la Provincia, quienes le hicieron entrega de sendas plaquetas.
Laboralmente se desempeñó en la panadería La Europea y en la faz pública fue concejal en el período 1991/1995, en el Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Capital.
Vivió toda su vida en el barrio Los Ejidos, donde conformó su familia, integrada por su esposa Sara Tapia y tres hijos (un varón, Ramón Rosa, exjugador de Defensores del Norte y San Lorenzo, y dos mujeres, Mirta Rosa y Mabel Gladys, expresidenta de San Lorenzo de Alem).
Falleció el 20 de abril de 2018, siendo recordado por el gran amor a su familia y por su gran pasión hacia el más popular de los deportes.
Por “Tato” Zurita