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San Fernando del Valle de Catamarca
12 julio, 2025

Remembranzas de Jorge Eduardo Sordo Agüero

sábado, 12 de julio de 2025 01:16

Considerado una de las glorias del fútbol de Catamarca, nació el 21 de febrero de 1948 en el barrio de Villa Cubas. Lo apodaban el “Sordo”; su familia estaba integrada por su padre Gerardo Jorge Agüero, su madre Doña Francisca Eloísa Oliva y cinco hermanos; Rita Delia, Enriqueta del Carmen (F), Analía Elizabeth y dos varones Víctor Hugo y José Eduardo.

Se inició jugando en los baldíos de su barrio, los baby fútbol de Defensores del Norte y en los torneos que organizaba el diario La Unión, que se jugaba en cancha de la Liga, donde salió campeón jugando con el equipo Defensores de Villa Cubas, con la dirección técnica de una leyenda del fútbol, Don Américo Ávila.

Luego fichó en el Club Defensores del Norte por gestión del Dr. Ignacio Joaquín Ávalos. Prácticamente no realizó divisiones inferiores, saltó directamente a la primera división del “Defe” a los 16 años, para constituirse con el tiempo como el sucesor del recordado arquero Luis Guillermo “Lucho” Toloza y tuvo como compañeros a Juan Coronel, Juan Pedro Castillo, Horacio Quiroga entre otros, realizando importantes campañas.

Luego por ser “villacubano” cumplió su anhelo de jugar en el “León”, sucediendo al histórico Luis “Lucho” Vega, donde tuvo como compañeros a José Robledo, “Iguana” Ibáñez, “Pelao” Ibarra, Nerio Sosa, Raúl Barrionuevo, Luis Misto y sus cuñados Juan y Felipe Rivero, bajo la dirección técnica del Sr. Pedro Yebra, donde no pudo salir campeón con este equipo. También jugó en Policial y Juventud Unida.

Durante una década integró los seleccionados de la Liga Catamarqueña, que jugaba los torneos “Beccar Varela” que organizaba AFA, donde tuvo como compañeros a Luis “Tucumano” Quevedo, Julio “Poroto” Cuello, Ramón “Chichilo” Naranjo, Ramón “Coyoyo” Vega, Luis “Lucho” Brizuela, Juan Pedro, “Chino” Castillo y Lucas “Tero” Ibarra.

Se retiró del fútbol en el año 1982, a los 34 años de edad. Fue un arquero con una estampa imponente, con brazos largos y manos grandes, que atrapaba las pelotas con notable facilidad. Era gran atajador que se le agregaba a ello una inteligente lectura del juego, que lo llevó a ser el “dueño” del área, usaba siempre su tradicional “gorra” que lo distinguía.

Conformó su familia en el Barrio de Villa Cubas, integrada por su señora esposa, Teresa Rivero y tres hijos: Romina Belén, Carlos y Marcelo, mientras que Carlos fue jugador de básquet. Su última imagen en el fútbol fue verlo acompañar a su nieto Alan, jugador de Villa Cubas. 

Falleció el 7 de julio de 2023, dejando una profunda huella por haber sido un gran deportista y persona.

Por “Tato” Zurita

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