Investigadores registraron por primera vez datos sobre el Pipanacoctomys aereus, la rata vizcacha dorada, un roedor categorizado como En Peligro Crítico. El trabajo fue elaborado por Morgan Pendaries, Lucas Martin, Gisela E. Bruhn, Genaro Mazzucco y Tatiana Sanchez.
Los relevamientos se hicieron en el Salar de Pipanaco, en su mayor parte en el departamento de Pomán, durante tres campañas de cuatro días en febrero, agosto y octubre de 2024. Se instalaron cámaras trampa, que funcionaron 104 noches, y se registraron 40 madrigueras activas en 10 sitios distintos.
Por primera vez se lograron videos e imágenes de la especie en su ambiente natural y se registraron vocalizaciones, un comportamiento no descrito hasta ahora para esta especie ni para otras del género Tympanoctomys. Los investigadores resaltan la necesidad de profundizar los estudios para evaluar las amenazas que enfrenta, principalmente por el avance de la minería, la presencia de ganado, la circulación de vehículos motorizados y los cultivos de olivos, que afectan su hábitat.
El género y la especie fueron descubiertos en 1998 al norte del Salar de Pipanaco y descritos formalmente en 2000 por Mares y colaboradores. En 2018 se registró una nueva localidad en Villa Mazán, provincia de La Rioja, a partir del hallazgo de una mandíbula en una egagrópila.
Los datos obtenidos forman parte de un proyecto más amplio sobre la ecología de la especie. El objetivo fue comprobar la presencia en la localidad tipo y explorar nuevos sitios a lo largo del salar para conocer su área de ocupación real. Gracias a este trabajo se identificaron nueve nuevas localidades, cada una en un parche de hábitat diferente, que no se solapan entre sí.
El Bolsón de Pipanaco es reconocido como Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), Área Clave para la Biodiversidad (KBA) de importancia mundial y sitio de la Alianza para la Extinción Cero (AZE).
Respecto al comportamiento de la especie, los investigadores señalaron que, en general, las ratas vizcachas del género Tympanoctomys son solitarias, sedentarias y presentan baja densidad poblacional. Los registros obtenidos en este estudio son los primeros de animales vivos desde su descubrimiento y brindan información inédita sobre su comportamiento y distribución, imporante para su conservación.