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Con una multitudinaria convocatoria
En el escenario del acto central estuvieron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a referentes de Derechos Humanos como Adolfo Pérez Esquivel.
Las columnas de agrupaciones de derechos humanos, sindicatos, partidos políticos y movimientos sociales que convocaron a la marcha por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia ocuparon toda la Plaza de Mayo y las calles aledañas. Abundaron las consignas contra el Gobierno y mensajes que reivindican la cifra de 30.000 desaparecidos cuestionada por la administración de Javier Milei.
Desde el escenario, montado de espaldas a la Casa Rosada, a las 16:30, Elia Espen, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, fueron los primeros oradores. Recordaron que se cumplen 49 años del inicio del “golpe genocida” y leyeron un discurso que advertía: “No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos”.
La manifestación fue notoriamente más numerosa que la misma convocatoria del año pasado, la primera durante la gestión libertaria, puesto que las columnas llenaron las diagonales Norte y Sur hasta la avenida 9 de Julio aunque sin la densidad que se constató en la Plaza de Mayo. Allí, los organizadores afirmaron que hubo 400 mil asistentes, aunque estimaciones independientes calcularon algo más de la mitad.
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Desde el escenario, los organizadores pasaron durante horas canciones de Los Piojos, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y Charly García, entre otros. Varias filas de sillas plásticas negras componían las primeras filas; luego, un vallado bajo separaba a la concurrencia que se congregaba de pie. Un gran pasacalle colgado de las columnas de iluminación de la plaza rezaba “Unidad de los Trabajadores por paz, tierra, techo y trabajo”. Llevaba las firmas de la CGT y la UTEP.
Los cánticos eran variados. Al clásico “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, se sumaron el “Milei, basura, vos sos la dictadura” y otros insultando a Patricia Bullrich, a quien le recriminaron desde el escenario el “brutal ataque a los jubilados y a todos los que se manifestaron” el 12 de marzo frente al Congreso.
La columna del Encuentro Memoria Verdad y Justicia hizo su ingreso a la plaza encabezada por dirigentes como Celeste Fierro y Alejandro Bodart. Llevaban una gran bandera negra que, en letras blancas, decía: “Porque son 30.000, fue y es genocidio”. El acto tiene dos locutoras: Nora Anchart y Liliana Daunes. Pasadas las 17.30 empezó la desconcentración.