Por Marcelo Carabajal
La fiscal Nº 1, Yésica Miranda, quien investiga la segunda causa por abuso sexual en contra del sacerdote Eduardo López Márquez, reaccionó tras la embestida del sospechoso. Lo hizo ayer en una audiencia que se realizó en el Juzgado de Control de Garantías. En ese acto procesal, se trataron dos asuntos: la recusación de López Márquez a Miranda; y la oposición de la defensa del cura a dos declaraciones testimoniales que pidió la querella.
Al momento de brindar sus alegatos, la representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) dijo que los dos planteos que hizo López Márquez son maniobras para apartarla a ella de la causa. En la oportunidad, también manifestó su intención de seguir investigando los presuntos ultrajes por los cuales Luis Monje denunció al sacerdote. En este contexto, solicitó que se rechacen los pedidos del sospechoso.
La defensa de López Márquez sostuvo el pedido de apartamiento de Miranda. El juez de Control de Garantías Nº 3, Lucas Vaccaroni, tomó nota de los pedidos que hicieron la Fiscalía, la querella y la defensa. Pero decidió disponer un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles, día en que dará a conocer la resolución. De Vaccaroni dependerá la continuidad o no de Miranda al mando de la segunda pesquisa. En este segundo expediente, López Márquez todavía no está imputado.
Freno
El último jueves, El Ancasti dio a conocer que al cura le alcanzaron siete días para frenar -momentáneamente- la investigación de la segunda causa por abuso sexual que hay en su contra. Desde el 30 de abril hasta el 7 de mayo de este año, López Márquez reactivó su defensa de manera intempestiva. En ese periodo, el sacerdote presentó una prueba y trabó dos declaraciones testimoniales para la segunda causa; denunció a Miranda por incumplimiento de los deberes de funcionaria pública y la recusó; y también denunció por extorsión a Monjes, su segundo denunciante, y pidió que sea imputado y detenido.
Miranda había empezado a dirigir la segunda pesquisa en contra del cura por abuso sexual. Pero López Márquez la frenó, al menos por ahora. El abogado querellante de este segundo caso por abuso sexual, Sebastián Ibáñez, aseguró oportunamente a este diario que la causa “está parada” y señaló que “la fiscal Miranda no va a llevar a cabo ningún acto procesal hasta tanto no se resuelva si ella continúa o no en la causa”. Además, consideró que el cura “la denuncia y la recusa sin fundamentos a la fiscal Miranda porque Miranda actuó conforme a derecho” porque “lo que quiere es que no lo investiguen”.
Pero, además, López Márquez concitó la atención de tres fiscales. Son tres los representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) que están abocados a investigar las causas en las que el sacerdote es denunciado y denunciante. Miranda, por ahora, instruye la segunda causa de abuso sexual en su contra. La fiscal Nº 7, Paola González Pinto, está a cargo de la investigación de la denuncia que hizo Gustavo Batallán a López Márquez por entorpecimiento del juicio por jurados que se hará en contra del cura en julio. Batallán es la primera persona que acusó a López Márquez por ultrajes. En los próximos días, González Pinto definirá si ella seguirá al mando de esta investigación, o si la gira a Miranda. Y por otra parte, el fiscal Nº 6, Facundo Barros Jorrat, tiene en sus manos la denuncia del sacerdote en contra de Miranda por incumplimiento de los deberes de funcionaria pública.
Monjes
López Márquez denunció penalmente a Monjes por extorsión y pidió que sea imputado y detenido por la Fiscalía. El sacerdote radicó la denuncia ante la Fiscalía General, a cargo del fiscal Alejandro Gober. También adelantó que tiene intenciones de constituirse en querellante en esta causa por supuesta extorsión.
En la acusación, López Márquez señaló que Monjes “ha cometido el delito de extorsión solicitándome el pago de dinero (por los $120 millones) para levantar la denuncia penal que había efectuado en mi contra, además de manifestarme que, efectivamente, el hecho no lo cometí, pero que mi situación era comprometida porque iban a creer la denuncia que él hizo por abuso sexual en mi contra”.
El sacerdote añadió que “Monjes se presenta en mi domicilio, a horas 19.20, aproximadamente, el 30 de abril del año en curso. Lo hago ingresar a mi domicilio y ya en el interior de éste me deja manifestado que, para levantar la denuncia de abuso sexual en mi contra, me exigía el pago de $120 millones como está probado en la copia del video”.