En una nueva emisión del programa LAM, que conduce Ángel de Brito por América TV, María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, una de las 52 víctimas fatales de la Tragedia de Once, reapareció públicamente con un fuerte mensaje: “La corrupción mató a mi hijo”.
A más de una década del choque del tren Sarmiento en la estación cabecera, la ex diputada nacional volvió a apuntar contra el kirchnerismo y celebró la reciente condena firme contra Cristina Fernández de Kirchner por administración fraudulenta. Rey aseguró que ambas causas –la tragedia ferroviaria y la Causa Vialidad– están atravesadas por el mismo patrón: la corrupción estructural que afectó directamente la vida de los ciudadanos. “Que la justicia funcione nos hace bien a todos”, afirmó.
De la Tragedia de Once a Comodoro Py: dos causas unidas por la corrupción
El 22 de febrero de 2012, un tren del ferrocarril Sarmiento se estrelló en la estación de Once. 52 personas murieron y más de 700 resultaron heridas. María Luján Rey perdió a su hijo de 20 años y, desde entonces, se convirtió en una de las voces más activas en la búsqueda de justicia.
En su paso por el programa, María Luján Rey destacó la similitud entre ese caso y la reciente confirmación de condena a la expresidenta:
“Cuando ocurrió Once, la justicia era la misma que ahora. Nadie creía que alguien fuera a ir preso. Sin embargo, se logró algo inédito: en tres años hubo juicio, 29 imputados, 26 condenados. Entre ellos, funcionarios del gobierno de entonces”.
Sobornos, amenazas y silencio: la maquinaria del poder
Uno de los fragmentos más impactantes del testimonio fue cuando reveló intentos directos de soborno apenas una semana después de enterrar a su hijo:
“Recibí en mi casa a gente cercana al ministro Julio De Vido. Me ofrecieron plata, un auto, un trabajo con ‘Don Julio’. Cuando me negué, me preguntaron si no tenía miedo”.
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Según relató, varios familiares de víctimas atravesaron situaciones similares. Durante meses, vivieron bajo amenazas, escuchas telefónicas y vigilancia. “Vivíamos con miedo. Teníamos autos parados en la puerta, sentíamos que nos pinchaban los teléfonos”, sostuvo.
“Creyeron que por ser pobres teníamos un precio”
La ex diputada trazó un análisis profundo sobre el modo en que el kirchnerismo, según sus palabras, subestimó a las víctimas de Once.
“Era un tren lleno de trabajadores y estudiantes del conurbano. Muchos con trabajos precarizados, sin obra social. Creyeron que por ser pobres tenían un precio. Pero no pudieron comprar a nadie”.
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Marcela Feudale, panelista del programa y reconocida por su simpatía con el kirchnerismo le consultó si pudo brindar testimonio de las amenazas recibidas y Rey confirmó que todo lo vivido fue contado en artículos públicos, aunque en su momento sintió temor por su seguridad y la de su familia.
Una herida que sigue abierta
“Primero que nada, no tener a mi hijo es un aprendizaje todos los días. No hay un momento en que digas ‘ya está, me acostumbré’. Eso no pasa”, dijo, con firmeza. Y agregó:
“Yo no quería creer el relato que quiso instalar el gobierno de Cristina Kirchner, que fue culpa de un maquinista dormido. Fue corrupción”.
Finalmente, cuestionó el discurso de odio que baja desde las esferas de poder: “Cuando alguien con poder amplifica violencia, eso se derrama. Y después no sabés lo que va a hacer el que te cruza por la calle”.