La crítica situación que atraviesan los merenderos y comedores de la provincia se profundiza por las bajas temperaturas y la escasa asistencia de organismos provinciales y nacionales. Esta situación se extiende también a los establecimientos educativos que brindan esta asistencia a sus alumnos.
Alejandra Figueroa, referente de merenderos y comedores emergentes, expresó la preocupación de quienes tienen a cargo estos espacios por no contar con un espacio cerrado donde llevar adelante esta asistencia a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores, sobre todo en jornadas de bajas temperaturas.
“Los niños van descalzos y desabrigados a buscar una taza de mate cocido o de leche, un plato de comida y eso nos preocupa mucho. La falta de asistencia por parte del Estado está siendo muy importante, y es algo que viene caracterizando la problemática que vivimos a nivel nacional”, comentó Figueroa en diálogo con Mañana Central de Ancasti Streaming.
Según lo expresado por Figueroa, esta situación se agudiza por el crecimiento de la desocupación en Catamarca, lo que impacta en el número de chicos que asisten a los comedores y merenderos “porque no tienen los padres para poder sustentar el alimento de todos los días. Eso se agrava cada día un poco más”.
Por otro lado, quienes prestan su tiempo para colaborar brindando esta asistencia deben cumplir con sus obligaciones laborales diarias para sostener a sus familias y ayudar en lo necesario en estos espacios solidarios. “Eso nos lleva que lamentablemente hay días de la semana en los que no podemos hacer el merendero o el comedor porque tenemos que trabajar para podernos sostener nosotros mismos, así que eso también nos trae una preocupación”, señaló.
A esto se suma que para cocinar utilizan leña, lo que es difícil de conseguir en época invernal. “Vamos a pedir al Ministerio (de Desarrollo Social) y no nos dan, porque dicen que eso no les corresponde y si vamos a buscar en otro lado tenemos que pagar un flete que nos cobra carísimo”, comentó Figueroa.
En cuanto a la calidad alimentaria de las comidas que brindan en los comedores y merenderos, no llegan a completar los nutrientes necesarios para los niños, niñas y adolescentes que concurren a estos lugares. “Lamentablemente lo único que se le está dando es mate cocido con pan, todo con harinas, porque no se nos asiste con otra cosa. Tratamos de surtir con un arroz con leche, o a veces darles algunas frutas, pero sigue siendo poco; no es el tipo de alimentación que las infancias necesitan en esa edad de crecimiento, sobre todo porque muchos adolescentes empezaron a acudir y también necesitan tener un control alimenticio que no lo tienen”, indicó Figueroa.
Según lo indicado, lo mismo sucede al momento de preparar otras comidas al no contar con una gran variedad de ingredientes. “Muchas compañeras se la pasan dándoles guiso porque qué otra cosa se pueda hacer con lo que se les da”, afirmó.
Comedores escolares
Esta misma situación se vive también en los comedores escolares, donde, según las fuentes consultadas, al no recibir los insumos y partidas necesarias recortaron la cantidad de comidas brindadas a los alumnos.
Además, no se actualizaron los fondos desde el año pasado, lo que se agrava porque solo se enviaron las partidas correspondientes a dos meses en lo que va del año. Esta situación obliga a los docentes de las escuelas a aportar económicamente y a los padres a realizar rifas para poder recolectar algo de dinero para la asistencia.
Cabe resaltar que quienes tienen a cargo algunos de estos comedores decidieron concentrar las comidas “fuertes” los viernes y los lunes debido a que muchos alumnos tendrán dos días por delante sin recibir alimentos sustentables y al regresar a la escuela necesitarán contar con ese plato de comida.
Asistencia
Según lo comentado por Figueroa, serían en promedio 150 niños y adolescentes los que asisten a los comedores ubicados en diferentes barrios de la Capital.