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18 abril, 2025

Futbolista de Huracán, a la cárcel de Bower con Bacchiani

viernes, 11 de abril de 2025 13:45

En el pabellón E del Módulo MD1 de la cárcel de Bouwer, en la provincia de Córdoba (donde permanece Edgar Bacchiani), hace casi una semana que pasa sus días el futbolista de Huracán de Parque Patricios, Matías Tissera

El goleador, que incluso llegó a estar en una lista de preseleccionados por Lionel Scaloni en el verano de 2022, meses antes de que la Selección se llenara de gloria, está acusado de un grave delito: mandar a amenazar, a punta de pistola, a un empresario cordobés que supuestamente lo había estafado.

A Tissera, que hoy tiene 28 años, la fama futbolística le llegó relativamente tarde. Oriundo de Rojas, en la provincia de Buenos Aires, terminó por formarse en las inferiores de Newell’s, en Rosario, pero allí no logró continuidad profesional. Deambuló por Quilmes e Independiente Rivadavia, hasta que en 2019 recaló en Platense. 

Fue una llegada que no ilusionaba a nadie, pero que terminó por convertirse en una de las mejores apuestas del “calamar” en aquella B Nacional. Tissera comenzó a hacer goles y terminó por convertir en la final contra Estudiantes de Río Cuarto, tanto en el tiempo reglamentario como en la definición por penales, partido que llevó a su equipo a la Primera División.

En 2021, se lo sindicó como el jugador revelación de la Liga Profesional. Un registro de 14 goles en 21 partidos marcó su explosión como futbolista. Ya en el verano de 2022, llegó la precitación de Scaloni, aunque al final nunca fue convocado a un partido oficial, y también su venta al Ludogorets Razgrad de Bulgaria, que pagó una cláusula de resición de un millón de euros.

En el país europeo fue campeón de dos torneos, lo que le permitió asomarse a las competencias internacionales más importantes del continente.

Pero en octubre del año pasado, su nombre comenzó a sonar en otro ámbito muy alejado de las canchas, en los Tribunales de Córdoba.

A fines de aquel mes, Florencio Ferrara, titular de la desarrollista Vilahouse, denunció que siete personas armadas lo habían encañonado junto a su mujer y su pequeña hija cuando circulaban por barrio Pueyrredón de la ciudad de Córdoba. Relató en la unidad judicial que lo rodearon con tres vehículos, de los que bajaron los matones y que lo pusieron al teléfono con el propio Tissera. Para generar la redada, dijo, una supuesta clienta lo había convocado en ese lugar.

Meses antes, cuando aún estaban en Bulgaria, tras comprar un terreno en su Rojas natal, Tissera había contratado los servicios de la empresa de Ferrara para que le construyera una vivienda prefabricada allí. De acuerdo a lo que surge en la causa, le pagó 10 mil dólares. 

Pero la casa nunca se hizo realidad. Incluso, en foros de internet donde se juntaron varios clientes disconformes con Ferrara, el futbolista dejó un comentario manifestando su descontento. En diciembre último, el empresario se presentó en concurso de acreedores.

Siempre de acuerdo a la denuncia radicada por el empresario a fines de octubre último, el futbolista no sólo que le habría exigido la devolución de los 10 mil dólares, sino que también le indicó que le debía dar, en cuotas, 10 mil dólares extras. Es aquí donde se configuraría el delito de “extorsión“.

La investigación que lleva adelante la fiscal Silvana Fernández primero localizó a la presunta clienta que lo había llamado justo antes de la amenaza. Se trata, según la investigación de Denise Oriana Páez, que fue detenida en diciembre. Junto a ella fue apresado su tío, Luis Atilio Suárez.

Suárez es un personaje por demás llamativo en toda esta historia. Oriundo de Rojas, al igual que Tissera, hace un par de años que se instaló en Córdoba. En su ciudad natal varias veces lo habían señalado por tener vínculos con el narcotráfico, algo que también se corrobora en su prontuario.

Se mudó a una amplia casa con pileta en Tanti, cerca de Villa Carlos Paz, donde se presentaba como un supuesto jardinero. Allí fue allanado y detenido también en diciembre.

En su teléfono se encontró un asiduo contacto con Tissera. Fue así que la investigación terminó por atar estos cabos: el futbolista le habría encargado a su amigo Suárez (vinculado al delito) que “apretara” al empresario, según se desprende de la acusación.

El pasado martes 1 de este mes, cuando el plantel de Huracán estaba por viajar a Brasil para disputar un partido de la Copa Sudamericana, la luz roja se encendió en Migraciones cuando Tissera intentó subirse al avión. Le indicaron que no podía salir del país porque tenía una orden de captura emanada desde Córdoba.

Quedó alojado en una dependencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y ese mismo fin de semana fue trasladado a Córdoba, donde fue ingresado en la cárcel de Bouwer. Hace casi una semana que pasa sus días en un pabellón en el que hay presos con prontuarios pesados. Ya cambió de abogado y el próximo lunes será indagado.

La estrategia defensiva es pedir su excarcelación, bajo la promesa de que no se va a fugar. Por ahora, está imputado de “extorsión en grado de tentativa”, que supone un mínimo de tres años de prisión efectiva en caso de ser condenado. En Tribunales dudan si fue una tentativa o si la extorsión sí se concretó, lo que agravaría aún más la escala penal.

En caso de ser excarcelado, se descuenta que se le impedirá viajar al exterior para jugar partidos internacionales, ante la posibilidad de que no quiera regresar atento al complicado panorama judicial que se le avecina.

Tissera, que lleva dos goles convertidos en la presente Liga Argentina, desde que fue detenido ya se perdió dos partidos de la Copa Sudamericana y este lunes faltará por segunda vez consecutiva a un encuentro de la Liga Profesional.

Fuente: Cadena 3

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