La Fiesta del Poncho, uno de los eventos culturales más importantes del país, volvió a brillar en Catamarca con una propuesta que va mucho más allá de lo folclórico. En los pabellones de artesanías, el público puede encontrarse con verdaderas piezas de diseño: ponchos, chalinas, mantas, calzado, sombreros y accesorios que fusionan tradición, calidad y estilo contemporáneo.
Elaboradas con materias primas nobles como lana de llama, vicuña, oveja y seda natural, estas prendas y objetos artesanales no solo reflejan identidad cultural, sino que también marcan tendencia en un mercado cada vez más interesado en lo ético y lo hecho a mano.
Entre las propuestas que más captaron la atención se encuentran los sweaters, gorros y medias sin teñir, elaborados con lana de llama por tejedoras de Huacalera, Jujuy, del colectivo @tejedoresandinos.jujuy, reconocidas por haber llegado al Fashion Week de Buenos Aires. También sobresalen los ponchos y chalecos tejidos en lana de vicuña por artesanas de Antofagasta de la Sierra y Belén, piezas livianas y cálidas que no requieren abrigo adicional gracias a la fibra que protege a estos animales de temperaturas extremas en la puna.
El lujo artesanal se completa con accesorios y calzado únicos. Mario Vucetich, desde Buenos Aires, propone corbatas tejidas en telar de cuatro cuadros, además de bufandas y mantas de lana merino y seda natural. Laura Calace, de Merlo, sorprende con su línea de calzado en cuero, desde guillerminas coloridas hasta zuecos que priorizan la comodidad sin resignar estilo. Gabriel Díaz, desde Neuquén, ofrece sombreros de cuero que se adaptan tanto al ámbito rural como a actividades al aire libre, por su practicidad y durabilidad. Desde Ancasti, los artesanos de La Majada completan la propuesta con carteras, sobres, sombreros y delantales de cuero de cabra, muy demandados por el público femenino.
Las piezas de joyería también tienen un fuerte protagonismo en esta edición. La piedra rodocrosita, símbolo de Catamarca, es protagonista en colgantes, pulseras y anillos combinados con alpaca o plata 925. Rosa Perea, de Andalgalá, presentó una joya 100 % catamarqueña con la piedra Ortiz, el corazón de la rodocrosita, y nuevas propuestas con piedras extraídas en Villavil. En el stand de Juan Pablo Brunoldi, de La Pampa, se exhiben dijes irrepetibles con flores silvestres y hongos encapsulados, algunos combinados con astas de ciervo caídas naturalmente. Y desde Beccar, Federico Campbell mostró su joyería en madera realizada con marquetería, una técnica de incrustación que logra piezas de gran detalle y belleza.
La moda artesanal que se exhibe en la Fiesta del Poncho es el resultado de saberes transmitidos de generación en generación, pero también de innovación y búsqueda estética. Una forma de vestir que abraza la identidad local, revaloriza el trabajo artesanal y se posiciona con fuerza en la escena nacional como una alternativa auténtica, sustentable y profundamente argentina.