Luciano Cáceres no necesita marketing: su talento habla por él. Con 1,76 metros, puntería letal y una historia que arranca en Catamarca, el base se ganó un lugar entre los mejores jugadores de la Liga Argentina, segunda categoría del básquet nacional. En Deportivo Viedma no solo se destacó como figura, sino que también se convirtió en símbolo. Por eso, no dudó en renovar.
“El vínculo emocional es grande. Les tengo mucho cariño por cómo me hicieron sentir desde que llegué. Estoy muy agradecido”, dice Luciano, en diálogo INFORAMA. La gratitud atraviesa cada palabra. Y es que su paso por el club no fue uno más: en la temporada pasada jugó 47 partidos, convirtió 747 puntos (promedio de 15,89 por juego) y fue clave para que el equipo llegara a la final del Torneo Apertura.
“Tuve otras ofertas, pero decidí que si era en Liga Argentina, la opción principal siempre iba a ser Deportivo Viedma. A la hora de decidir no me costó, y estoy contento por la decisión que tomé”, resume el base surgido en Hindú BBC.
El “Stephen Curry” del ascenso
A Cáceres lo compararon públicamente con Stephen Curry, el mejor triplero de la historia de la NBA. No lo inventó ningún fan: el periodista Matías Martin lo dijo al aire en su programa Todo Pasa, y el apodo prendió.
“Lo tomé con tranquilidad, no para agrandarme ni nada parecido”, aclara el jugador, entre risas. “Sentí un poco de vergüenza por lo que se generó, no quería que se sepa. Se lo comenté a mi familia, no quería mucho revuelo en redes… pero fue inevitable. Salió por todos lados y tuve que tomármelo con calma”.
El apodo no es casualidad: sus tiros desde larga distancia parecen calcados del ídolo de los Golden State Warriors. Y tiene una explicación simple: “De chiquito vivía en una cancha. Mis viejos son entrenadores. Yo estaba todo el día tirando, inventando tiros. Desde ahí agarré la costumbre”.
Sueños, espinas y una meta: superarse
El ex jugador de Olímpico de La Banda de Santiago del Estero, donde también es recordado con mucho afecto, habla con los pies en la tierra. No se olvida de la final perdida el torneo pasado: “El partido de la final, por ahí hasta lo sueño a veces. Me quedó esa espina ahí. Ojalá esta temporada podamos llegar a cosas muy buenas”.
Ahora va por más: “Queremos mantener o mejorar lo hecho. Esta temporada es todos contra todos. Vamos a tratar de llegar lo más alto posible, a los playoffs, y seguir compitiendo de la misma manera o mejor. En eso estamos pensando y vamos encaminados”.
Lejos de casa, pero con el corazón en el aro
El catamarqueño no oculta que vivir lejos de casa duele, aunque ya está curtido: “Obvio que se extraña, pero son muchos años y uno se acostumbra. Se extraña Catamarca, se extraña la familia, pero amo mucho lo que hago, entonces no se hace pesado”.
Luciano Cáceres no solo mete triples imposibles: vive el juego con intensidad y amor por lo que hace. Su historia es la de muchos jóvenes del interior que, a base de esfuerzo, talento y constancia, llegan a las grandes ligas. Y lo mejor de su camino, parece, aún está por venir.