jueves, 31 de julio de 2025 18:00
Lo que prometía ser una velada de alegría y reconocimiento se convirtió en una experiencia para el olvido para Julieta Prandi. La conductora y modelo llegó con todas las expectativas puestas en la ceremonia de los Martín Fierro de Radio, pero terminó siendo la gran ignorada de la noche.
Julieta Prandi, que competía en la categoría de labor conducción femenina FM por su trabajo en La 100, arribó al Espacio Darwin de Palermo de la mano de su pareja, el cantante Emanuel Ortega. Sin imaginarse lo que le esperaba, la pareja se presentó dispuesta a disfrutar de la gala transmitida por América.
Sin embargo, al ingresar al salón, Julieta Prandi se topó con una escena insólita: la mesa que le habían asignado junto a sus colegas estaba completamente ocupada. Entre risas y copas en alto, figuras como Susana Roccasalvo y Bebe Sanzo parecían no haberse percatado de la ausencia de lugares para la conductora y su acompañante.
Lejos de quedarse callada, Julieta Prandi hizo notar su descontento y se dirigió a la organización para exigir una solución inmediata. Mientras tanto, Emanuel Ortega permanecía a su lado, incómodo y cabizbajo, intentando pasar desapercibido en medio del desconcierto.
Tras varios minutos de tensión y miradas incómodas, un productor intervino para resolver el entuerto. Dos miembros de APTRA, con evidente molestia, cedieron sus lugares para que la pareja pudiera sentarse, aunque debieron reubicarse en una mesa alejada y casi sin vista al escenario principal.
Aunque finalmente lograron acomodarse, el clima en la mesa nunca volvió a ser el mismo. La incomodidad se respiraba en el aire y la sonrisa de Julieta Prandi se fue borrando a medida que avanzaba la ceremonia. El momento clave llegó cuando se anunció su terna y, para su disgusto, perdió ante Martina Soto Pose.
Sin ánimos de seguir fingiendo buena cara, Julieta Prandi intercambió un gesto con Emanuel, se levantaron discretamente y abandonaron la gala sin despedirse demasiado de sus compañeros. El desplante dejó a todos con la boca abierta y confirmó que, para la modelo, la noche terminó siendo todo menos un festejo.
Un desliz organizativo que se volvió un escándalo y expuso, una vez más, la falta de cuidado con figuras que sostienen el brillo de estos premios.