El dólar saltó este viernes 1,7%, hasta $1.215. Después bajó para cerrar en $1.200, con una suba final del 0,4% respecto del día anterior. Lejos quedó aquella baja de inicios de mayo que lo llevó a $1.138, al calor de un presidente Javier Milei que lo deseaba en la banda inferior de $1.000 que se pactó con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En cambio, ahora se acerca a los $1.230 de cuando se eliminó el cepo en abril, aún a distancia de los $1.400 de la banda superior acordada con el FMI.
Detrás del salto está la desconfianza del mercado que se expresó en la reciente colocación de deuda y a la demanda de divisas de las provincias que deben saldar vencimientos de pasivos.
“Hay varias razones que explican por qué sube el dólar”, explica Ian Colombo, asesor financiero de la sociedad bursátil Cocos Gold. “En principio es porque ayer había un vencimiento, el Tesoro tenía que pagar $8,5 billones de deuda, de las cuales pudo renovar $7,5 millones y el otro billón de pesos lo consiguió con la emisión del BONTE 2030 en el exterior, por el que entraron dólares, no entraron pesos”, continúa Colombo.
Es decir, por un lado, no se pudo renovar toda la deuda en pesos y, por otro, el Gobierno recurrió al BONTE en un intento por acumular reservas y cumplir así con la meta convenida con el FMI. Una meta que está lejos de cumplir por el capricho de Milei de sólo comprar divisas en el mercado cuando el tipo de cambio baje a $1.000. Es que para adquirir dólares al nivel actual necesitaría emitir pesos y eso complicaría su anhelo de bajar la inflación al 1% para las elecciones legislativas de octubre.
“Entraron dólares, pero el Tesoro tuvo que emitir pesos para pagarle a esa deuda que se le vencía ayer”, prosigue Colombo. “Esa es una razón por las que sube el dólar: entraron un billón de pesos al mercado.”
“Segunda razón: la tasa a la que emitieron esos bonos internacionalmente fue un poco más alta de lo que el mercado esperaba hasta antes de ayer”, detalla el asesor de Cocos Gold. “Fue a 29% de tasa anual en pesos por los próximos cinco años, cuando el mercado esperaba que estuviera más cerca de 22%. ¿Por qué? Porque esperamos que la inflación siga bajando, pero para el mercado internacional eso no está tan claro, o al menos el inversor internacional al suscribir un bono de la Argentina en pesos busca cubrirse por la mala calificación crediticia y por el mal comportamiento de los mercados que tuvimos en los siete años anteriores.”
En uno de los principales bancos atribuyen la suba de la moneda norteamericana a la compra por parte de provincias que tienen que pagar deudas en esa divisa en los próximos días. En otra entidad financiera, en cambio, lo adjudican a la demanda minorista. Allí ven que en los primeros días de mes, cuando se empieza a pagar el salarios, venden tres veces más dólares a sus clientes que a fin de mes. Pero algunos empleados comienzan a cobrar el último día de mes, es decir, hoy, y ya están comprando dólares ahora que no hay cepo y los ven baratos. En tanto, el consultor Hernán Hirsch lo explica por las compras de las provincias y por inversores externos que buscan cubrirse del riesgo de haber suscripto el BONTE.
El vicerrector económico de la Universidad del Salvador, Juan Miguel Massot, no se intranquiliza ante la suba del dólar: “No es una anomalia ciertos deslices bruscos hacia arriba y hacia abajo en la Argentina, con una banda de flotación amplia y una historia larga de represión cambiaria. Hay disparadores puntuales: algún excedente monetario transitorio, fin de mes, una tendencia hacia al piso del dólar muy marcada por varias semanas en un contexto de fuerte ingresos de dólares, etc. Pero debemos acostumbrarnos a cierta volatilidad aunque nos ponga en alerta. Hoy por hoy no existen fundamentos para una disparada que realmente preocupe en cuanto a que afecte la estabilidad del programa económico”.