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San Fernando del Valle de Catamarca
24 junio, 2025

El Conicet está en la cima de la ciencia latinoamericana

A pesar de los ajustes presupuestarios y el desmantelamiento del sector, el prestigioso Ranking SCImago 2025 vuelve a ubicar al Conicet como “la institución de investigación científica, del ámbito público y de gobierno” más prestigiosa de Latinoamérica. Conserva esta posición desde hace siete años y se ubica en el puesto n° 79 entre 5 mil organismos a nivel mundial. Es el mismo Conicet que el presidente Javier Milei quería privatizar desde antes de asumir y que legisladores libertarios como Bertie Benegas Lynch directamente buscan eliminar.

El Ranking Scimago es un sistema que clasifica a nivel mundial el desempeño de las instituciones de investigación, en base a una serie de parámetros, como son la cantidad de publicaciones, los avances en innovación y su impacto social. El Conicet ocupa ese lugar de privilegio en la región, y le siguen otras instituciones de relevancia, como son los Consejos de investigaciones científicas y técnicas de México y Brasil.

Ana Franchi, expresidenta del Conicet entre 2019 y 2023, señala: “Por séptimo año consecutivo, el Conicet lidera el ranking de las instituciones de ciencia y tecnología en la región. Esto nos llena de orgullo porque habla de la calidad de nuestros investigadores e investigadoras”.

Roberto Salvarezza, expresidente del Conicet entre 2012 y 2015, apunta en la misma línea: “Contrariamente a toda la propaganda anti ciencia y anti Conicet del gobierno nacional y ante el silencio de las autoridades del organismo, este prestigioso ranking internacional de CyT habla por sí mismo. El Conicet aún permanece al tope de las instituciones de ciencia latinoamericanas y en la posición 79 entre 5 mil instituciones de ciencia y tecnología del mundo”.

Sin conocimiento, sin futuro

En la actualidad, el Conicet tiene más de 10 mil investigadores, más de 11 mil becarios de doctorado y postdoctorado, más de 2.600 técnicos y miembros de la Carrera de Personal de Apoyo a la investigación y aproximadamente 1.500 administrativos. No obstante, la elocuencia de su aporte no es suficiente para un oficialismo que no confía en el conocimiento de bandera y mucho menos en la capacidad de los cerebros locales para aportar valor agregado a una economía sin agenda productiva.

En este sentido, la administración libertaria ha hecho de todo por desmantelar al Conicet. Entre despidos, renuncias y jubilaciones, se estima que el organismo ha perdido 1500 agentes y no ha habido ninguna sola alta. Asimismo, el gobierno de Javier Milei suspendió los ingresos a la Carrera del Investigador Científico, y negó el ingreso formal a más de 800 postulantes que ya habían sido evaluados de manera favorable. Como resultado, jóvenes híper-calificados y formados en el país, en su mayoría doctorados, buscan mejores chances de progreso en el exterior.

Sobre la fuga de cerebros, Salvarezza opina: “Este futuro es el que hoy motiva a jóvenes investigadores y a doctorandos a buscar otros horizontes no solo en Europa o EEUU, sino también en otros países latinoamericanos. La defensa del Conicet, así como también de todo nuestro sistema de ciencia y tecnología es fundamental para retomar en camino de un país que pueda insertarse en el mundo con posibilidades de desarrollo. Sin ciencia y sin tecnología, Argentina no tiene futuro”.

Como en 2001

Desde diciembre de 2023, los científicos y las científicas del país que ya están en planta perdieron alrededor del 40 por ciento de su poder adquisitivo. Sin embargo, el maltrato no solo es económico, se duda de la calidad de las investigaciones y se coloca en tela de juicio si el Estado debe invertir en actividades de ligadas a la investigación y el desarrollo.

Así lo refiere Franchi: “Los científicos sufren un destrato constante por parte del gobierno nacional. A pesar de todo eso, siguen trabajando y lo hacen con excelencia. Por eso, más allá del discurso oficial, esto es una muestra muy clara de que el mundo reconoce la ciencia y la tecnología de Argentina”.

En este marco de desmantelamiento y desazón, es natural que en los próximos años la inercia se frene y el Conicet deje de ocupar estas posiciones de prestigio que hoy encabeza. De esta manera lo destaca Salvarezza, quien fue ministro de ciencia y tecnología a nivel nacional y, en el presente se desempeña como titular de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires. “Esta situación se verá comprometida si continúan las actuales políticas de destrucción. Sin financiamiento de proyectos, con restricciones para que los jóvenes doctores y personal de apoyo puedan incorporarse a la institución, sin equipamientos e infraestructuras adecuadas, el futuro de la institución es el desguace”, subraya.

En el presente, la asignación de recursos por parte del Estado en el área científica y tecnológica es menor a la de 2002. Hoy se invierte el 0.15 por ciento del PBI y en aquel momento el 0.17. El poder adquisitivo de los salarios y las becas se redujo un 40 por ciento, y alcanza cifras comparables a 2001.

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