Suelen circular en redes sociales campañas que, nacidas de buenas intenciones, desconocen cómo funcionan los procedimientos para la ablación y trasplantes de órganos. Esas campañas solicitan donantes de riñón para una persona que lo necesita y ofrecen hacerse cargo de los gastos generales y los originados en el tratamiento médico.
Donar órganos no es como donar sangre. En este último caso es muy común organizar campañas para conseguir donantes, las cuales no tienen impedimentos de tipo legal. Con los órganos sí hay que respetar las leyes vigentes y los protocolos por ellas establecidas.
La donación de órganos es voluntaria y está regida actualmente por la ley 27.447 aprobada en diciembre del año 2018. En su artículo 33 la norma establece que toda persona mayor de 18 años capaz, es donante, salvo que exprese lo contrario. Pero la donación no está dirigida a una persona en particular, como el propósito de las mencionadas campañas en redes sociales, sino que existe una lista de espera, confeccionada según prioridades establecidas a partir de criterios médicos.
En un informe publicado ayer por El Ancasti, el doctor Marcelo Lobo, titular de la Coordinadora de Ablación e Implante de Catamarca (CAICA) explica que nadie en nuestro país puede recibir un trasplante si no pasó por los seis pasos para ingresar a la lista de espera y está en el sistema informático nacional de trasplantes. Nadie va a recibir una medicación inmunosupresora justamente si no está en ese sistema”.
Señala, asimismo, que la donación en vida “ocurre en toda persona mayor de 18 años, capaz por supuesto, que tenga un vínculo consanguíneo hasta el cuarto grado con la persona receptora, o puede ser su cónyuge también”.
Por otra parte, ninguna persona puede ser ablacionada por el solo hecho de que ofrezca un riñón, sino que debe estar incluida en el Sistema Nacional de Trasplantes.
Todos los procedimientos médicos derivados de un trasplante son gratuitos. No puede haber ningún tipo de compensación económica para garantizar la equidad. Si se habilitara el ofrecimiento de dinero a un eventual donante tendrían más chances de recibir un órgano quienes tienen una mejor situación económica, y muchas personas con graves problemas económicos podrían verse tentados a ofrecerse como donantes.
La mencionada ley establece que queda prohibido cualquier trasplante “cuando no se respeten los principios de voluntariedad, altruismo o gratuidad”, o cuando se dé una “contraprestación u otro beneficio por la donación de órganos, tejidos o células o intermediación con fines de lucro y la realización de cualquier actividad vinculada a esta ley sin respetar el principio de confidencialidad”.
Las campañas que circulan en redes, promovidas por familiares y amigos de los pacientes, tienen sin duda un objetivo loable, que es el de restablecer la salud de los enfermos. Pero es importante remarcar que el procedimiento de ablación y trasplante está muy bien reglamentado y es imprescindible que se respeten esos protocolos.