La oposición logró el miércoles en la Cámara de Diputados, dar media sanción a un proyecto que otorga y garantiza el aumento a los fondos de las universidades nacionales. Fue la primera votación de una megasesión incómoda para la Casa Rosada que también incluye en el temario la declaración de emergencia en pediatría -por la crisis del hospital Garrahan- y las iniciativas patrocinadas por los gobernadores para coparticipar el impuesto a los combustibles líquidos y para repartir de forma automática los Aportes del Tesoro Nacional.
La oposición consiguió 158 votos afirmativos, con 75 rechazos y 5 abstenciones. Como hubo 18 ausentes, no se alcanzó una mayoría especial de dos tercios por apenas un voto, lo que puso en evidencia el amplio apoyo que cosechó la iniciativa y deja a la oposición en una buena posición para insistir ante un eventual veto presidencial. El grueso de los votos afirmativos lo aportaron Unión por la Patria, Democracia para Siempre, Encuentro Federal, Coalición Cívica, el Frente de Izquierda y la UCR.
El proyecto, impulsado por el radicalismo disidente de Democracia para Siempre en conjunto con los rectores nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) propone actualizar por inflación automáticamente los gastos de funcionamiento de las casas de estudios, hospitales universitarios y partidas para investigación, ordena la convocatoria a paritarias -dentro de tres meses- para recomponer el salario docente y no docente y aumenta las becas, entre otros puntos.
Debate
La primera en abrir la discusión por la iniciativa universitaria fue la diputada Blanca Osuna, de Unión por la Patria (UxP), quien aseguró que “el presupuesto educativo es el más bajo en dos décadas” y consideró que el mismo “está vapuleado y maltratado”.
Danya Tavela, de Democracia para Siempre, dijo que la mayoría de los diputados están “formados en el sistema universitario argentino” y que defenderlos es “nuestra responsabilidad moral”. En defensa de la Casa Rosada, la diputada Mercedes Llano, de LLA, afirmó que los proyectos en cuestión “plantean recomposiciones retroactivas, actualizaciones automáticas de partidas asignadas a gastos de funcionamiento universitario, sin determinar cómo se solventarán los mayores costos que conllevan”.
Para Llano, las iniciativas afectan “la política de déficit fiscal cero del Gobierno” y se contraponen “al artículo 38 de la Ley de Administración Financiera”, según el cual toda ley que autorice gastos no previstos en el presupuesto general debe especificar las fuentes de los recursos a utilizar para su financiamiento.
Al cruce le salió el diputado del radicalismo Martín Tetaz, quien afirmó que “acá no hay ningún gasto nuevo. No se trata de crear universidades nuevas que implican más presupuesto. No estamos proponiendo un gasto nuevo, señor presidente, en esta discusión de financiamiento universitario”, sintetizó Tetaz en respuesta de los libertarios.
En cuanto a los representantes de Catamarca, el radical Francisco Monti fue el único que votó en contra de la iniciativa, marcando su acercamiento al oficialismo nacional. Tras la media sanción del proyecto, LLA expresó desde sus redes sociales que “el superávit fiscal no se negocia”.