Carlos Seco, referente de la agrupación AMPARO que nuclea a más de 150 familias de niños con discapacidad, advirtió la crítica situación que están pasando y que afecta directamente a la inclusión escolar de niños, jóvenes y adultos con discapacidad: la renuncia de maestras de apoyo escolar (MAES) por la falta de pago, la falta de regulación y control al sector, las escuelas que cierran la puerta a los chicos con discapacidad, entre otras falencias que no pueden ya exponer en ningún lado porque la provincia cerró la Dirección de Discapacidad.
“La obra social está demorando muchísimo respecto de la confección del instrumento administrativo, que es una resolución donde autoriza año a año a la maestra a cumplir el servicio de prestadoras de salud. La Corte definió hace años que las maestras de apoyo debían ser prestadoras de servicio y pagarles directamente a ellas. Pero el trámite burocrático es absolutamente enorme, algo que se había simplificado mucho con la administración anterior de la contadora Gómez.
Cuando ingresó el señor Filipín a OSEP, toda la burocracia se volvió a instalar. Hay maestras que no están cobrando desde el mes de marzo. Nosotros queremos creer que tiene que ver con cuestiones administrativas. Las excusas son infinitas. Las maestras deben presentar en los primeros días de cada mes por correo electrónico.
Las respuestas se hacen por correo electrónico. A veces viene una queja de OSEP que falta un papel y resulta que está. Esto conlleva a que las maestras de apoyo terminen dejando a nuestros niños y esa es la peor noticia que nosotros podemos recibir”, lamentó el referente en Multimedios Ancasti.
Para colmo de males, los padres no pueden dejar de trabajar para acompañar a los chicos a las escuelas, ahora las maestras se niegan a cumplir la jornada completa y solo quieren trabajar 2 horas y 30 minutos, asegurando que con el dinero del nomenclador y los atrasos de meses es lo que corresponde.
“Un grupo de maestros que no quieren facturar lo que la obra social les quiere pagar y quieren trabajar menos horas, esto es un tema recurrente, por lo que los papás terminamos recurriendo a otras profesionales que no son las maestras de apoyo, sino que son maestras de grado, maestras de nivel inicial, que la resolución 446 que realizó la obra social con el Ministerio de Educación las autoriza. Porque hay un grupo de maestras que buscan atender más niños cortando, sacando de las escuelas a las pocas horas a los chicos.
Pedido
Nosotros como papás queremos cambiar en la obra social, pero esta no nos atiende a pesar de que pedimos audiencias desde el 22 de abril de este año”.
Desde el sector también lamentaron el cierre de la Dirección de Discapacidad del Ministerio de Educación y la han transformado en una mera coordinación.
“Era el espacio donde nosotros más o menos podíamos ir a plantear nuestras dudas, nuestras quejas y era la que articulaba las políticas entre el Ministerio de Educación y la Obra Social, adónde vamos si habrá un coordinador nada más.
Teniendo en cuenta que las familias se sienten vulneradas en sus derechos por OSEP, ahora también por las maestras conocidas como MAES, no saben cómo avanzar y por eso esperan ser recibidos por autoridades de OSEP.
“Los papás estamos en alerta permanente, estamos ya agotados. Nuestra vida no es sencilla ya con el niño con discapacidad. Mucho más es cuando intentamos que se cumplan los derechos de ellos y las autoridades hacen oídos sordos.
Para ellos no existimos, hay escuelas de esta provincia que no dejan entrar a los niños con discapacidad si la maestra de apoyo escolar no va con ellos. Y los papás nos tenemos que quedar con ellos en la escuela. El Ministerio de Educación debe ser el que garantiza este derecho.
Cuando nosotros trabajamos, ahí entra el otro elemento que también está generando muchos problemas, que es Reconocimientos médicos de la provincia. Es un maltrato permanente, una hostigación permanente. O sea, nosotros tenemos la ley 5550 que nos ampara y hemos tenido reuniones con el director, el secretario de Recursos humanos pero el maltrato es constante cuando estamos amparados y en la oportunidad uno de los dos progenitores debe quedarse porque existen situaciones muy complicadas en la vida de las familias con discapacidad”, lamentó.
Movilización
Los padres de los chicos con dispacidad no descartaron salir a las calles para visibilizar la situación que les preocupa. Carlos Seco dijo que son un grupo con más de 150 padres y que nunca salieron a la calle porque siempre buscaron soluciones de otras maneras, pero ante la delicada situación que padecen sus hijos lo harían si existe consenso. n