Siempre quisimos conocer la historia de David Alonso, porque muchos son los estudiantes del Instituto de Arte y Comunicación quienes nos comentaban sobre haber salido de cursar y encontrarse con él afuera del instituto, y “salvarles las papas”, como dice el dicho popular, con una clásica pizza lista para meter al horno y zafar.
Ese fue el plan: probar primero la pizza de la que todos hablaban y, en ese acercamiento, poder conocer al vendedor, quien también es quien las prepara junto a su familia.
Llegamos y notamos la tranquilidad y calidez de David. Le explicamos sobre la entrevista, lo entendió rápidamente y nos pusimos a grabar diferentes escenas. Registramos su llegada habitual a la esquina de San Martín y Alem, en una bicicleta con carrito integrado que él mismo acondicionó:
“Esta es una bicicleta vieja que compré hace unos años en San Juan. Es una de esas bicicletas de panadero, de las de antes. Cuando me llegó, me puse a restaurarla”, nos contaba mientras acomodaba su puesto.
David también compartió que antes se dedicaba a la carpintería:
“Este trabajo de restauración, con madera de palet, lo hice en mi carpintería. Antes me dedicaba a la carpintería, pero es una actividad complicada. No es fácil conseguir los insumos de madera, y muchas veces hay que retirarlos uno mismo, lo cual no siempre es sencillo de coordinar con los vendedores. Por eso decidí dedicarme a otra actividad”.
Su llegada a la provincia también tiene una historia particular. Hace tres años vino con su familia desde Tucumán para tomar un puesto en una empresa importante que le ofrecía buen salario y estabilidad. Sin embargo, la empresa nunca llegó a funcionar:
“Nos quedamos porque esta es una provincia muy tranquila, aunque no lo parezca, a diferencia de otras”.
Frente a esa situación, decidió reinventarse. Creó su emprendimiento de pizzas y desde hace dos años cocina junto a su esposa, sus hijas y su hermano. Preparan pizzas semicocinadas, elaboradas desde la masa artesanal hasta la cobertura final, y las venden de lunes a sábados con el nombre de Hoy Pizzas.
Sobre sus planes a futuro, David busca con seguir creciendo:
“Más adelante quisiéramos tener un kiosco. Poder contar con un horno que nos permita entregar las pizzas ya cocidas y, si se puede, sumar otro emprendimiento que tenemos en mente: hacer conservas”.
Antes de despedirnos, le pedimos unas palabras para todas las personas:
“Solamente tengo palabras de agradecimiento para toda la gente que se hizo cliente y que nos elige día a día”.
Una historia simple, hecha de trabajo y constancia. Te compartimos la historia de David.