El Gobierno advirtió que la situación económica es cada vez más delicada, debido a que Catamarca se enfrenta a una baja alarmante en los ingresos por Coparticipación Federal. En abril, la provincia recibió apenas $3.500 millones, lo que representa una caída del 40% con respecto al mismo mes del año anterior. Esta dramática disminución ha llevado a los intendentes, preocupados por la operatividad de sus comunas, a solicitar una reunión “de carácter urgente” con el gobernador Raúl Jalil, programada para hoy a las 18.30 en Casa de Gobierno.
En ese sentido, el intendente de Pomán, Francisco Gordillo, expresó su desesperación ante la situación. “El Gobernador no solo me explicó, sino que me hizo ver los números, y hay una baja del 40% de coparticipación en relación con el mes pasado, lo que significa que en muchos casos no se podrán pagar los sueldos”, aseguró en declaraciones a medios radiales.
Gordillo fue claro al señalar que “la realidad es que hay una situación crítica en materia de baja de coparticipación y que nos repercute a todos, tanto a la provincia como a los municipios”.
A pesar de que Catamarca es una de las provincias con mayor distribución de fondos coparticipables, con un 25% destinado a los municipios, estos números son claramente insuficientes para financiar servicios esenciales y el pago de sueldos a los empleados municipales. “Con los números en la mano, podemos tener una idea cabal de lo que está sucediendo en materia económica”, dijeron fuentes municipales, subrayando la urgencia de la reunión con el Gobernador.
El Gobierno provincial ya había advertido de esta situación a los intendentes y secretarios de Hacienda de los municipios, con los que se reunió hace unas semanas para informarles que no iba a poder ayudarlos para pagar los aguinaldos de este año.
La preocupación va más allá del simple manejo de recursos; se trata de la capacidad de los municipios para sostener el funcionamiento diario y responder a las necesidades de sus habitantes. “Estamos en una encrucijada donde la falta de recursos puede llevar a un colapso en la prestación de servicios públicos”, advirtió Gordillo.
Este contexto llevó a que la provincia iniciara un proceso de ajuste que, además de afectar a los municipios, incluyó: la suspensión del último incremento salarial del 6% para todos los funcionarios del gabinete, la interrupción de los programas One Shot Plus y Días de Ensueño, y la puesta en marcha el plan de reestructuración de su organigrama mediante la fusión de varios ministerios.
Mismo contexto
Catamarca no es la única provincia que enfrenta esta difícil realidad. En la vecina provincia de La Rioja la situación es similar. El gobernador Ricardo Quintela también debió recurrir a medidas de ajuste ante los niveles críticos que han alcanzado los ingresos por coparticipación federal.
Los datos recientes indican que La Rioja experimentó un descenso del 32% en los recursos disponibles, lo que obligó a la administración provincial a suspender aumentos salariales y a realizar recortes en diversas áreas.
La preocupación se extiende a los intendentes de La Rioja, a quienes, al igual que en Catamarca, se les informó que la ayuda del Estado provincial para afrontar el pago de aguinaldos también se verá comprometida.
Ambas provincias se encuentran en un contexto de emergencia económica que llevó a los gobernadores a priorizar la eficiencia en la gestión de recursos, adaptándose a la nueva realidad donde las transferencias nacionales son cada vez más escasas.