Tras ser declarado culpable por un jurado popular, Roberto Alejandro Barros fue condenado a 8 años de prisión efectiva por el homicidio de su esposa, Sonia Liliana Garabedian, ocurrido en diciembre de 2010. El jurado lo encontró responsable del delito de “abandono de persona seguido de muerte agravado por mediar una relación de pareja“.
El juicio por jurados comenzó comenzado el miércoles 4 de junio y se desarrolló durante tres jornadas. El viernes, tras los alegatos, instrucciones finales y una deliberación de una hora y media, el jurado lo declaró culpable.
En la audiencia de cesura, el fiscal solicitó una pena de seis años, considerando como atenuantes la falta de antecedentes de Barros y el hecho de que cuidó a sus hijos tras la muerte de Lileana. Por su parte, la querella solicitó veinte años de prisión, haciendo hincapié en la protección de los nietos y pidiendo más medidas restrictivas.
Los familiares de Barros manifestaron su apoyo e indicaron que, a su parecer, la justicia no se cumplió. Ambos jóvenes hijos de la pareja, defendieron la inocencia de su padre ante la condena por la muerte de su madre. “Nosotros vivimos la verdad“, expresó el joven mientras que su hermana consideró que hubo manipulación al jurado y que no se tuvieron en cuenta las pruebas de la defensa que, según ellos, demostraban la inocencia de Roberto.
A la salida del juicio Roberto indico que: “Ahora mis hijos se quedan sin un padre. Mi hija tiene la misma enfermedad que tenía mi esposa. Yo pedí ayuda en diferentes lugares y siempre me acusaron de algo que yo no hice. No esperaba ni siquiera que me culpen. No es justo”.
Garabedian fue hallada sin vida el 12 de diciembre de 2010 en un descampado cercano a Nueva Coneta. En aquel momento, la autopsia inicial determinó que había fallecido por inanición y deshidratación. Sin embargo, en septiembre de 2022, el equipo de Tanatología de Gendarmería Nacional estableció que la verdadera causa de muerte fue asfixia por estrangulamiento, lo que reactivó la causa judicial.