Carlo Acutis nació en Londres en 1991, creció en Milán y falleció en 2006 a los 15 años a causa de leucemia fulminante. Desde pequeño mostró un profundo amor por la Eucaristía y un fuerte compromiso social. Asistía a misa diaria, rezaba el rosario y ayudaba a personas en situación de calle. Su pasión por la informática lo llevó a crear sitios web y una exposición digital sobre milagros eucarísticos que aún hoy sigue activa, lo que le valió el apodo de “influencer de Dios”.
El Vaticano le atribuyó dos milagros: la curación de un niño en Brasil y la recuperación total de una adolescente en Costa Rica tras un grave accidente. Estos hechos resultaron claves para su canonización. Su tumba, ubicada en el Santuario de la Spogliazione en Asís, es destino de cientos de miles de peregrinos cada año, consolidando su legado como modelo de fe para jóvenes de todo el mundo.
En la misma ceremonia también fue canonizado Pier Giorgio Frassati, hijo del fundador del diario La Stampa, quien falleció a los 24 años víctima de poliomielitis. Beatificado en 1990 por Juan Pablo II, su canonización fue posible tras reconocerse un segundo milagro en 2024. Frassati, conocido por su lema “Verso l’alto”, dedicó su vida a ayudar a los pobres y a compartir la fe entre los jóvenes.
La canonización conjunta de Acutis y Frassati fue presentada por el papa León XIV como un mensaje a las nuevas generaciones. “Son santos de la calle, cercanos a la vida cotidiana”, expresó. La celebración dejó en claro que la Iglesia busca inspirar a los jóvenes con ejemplos de fe, solidaridad y compromiso en tiempos contemporáneos.