“No soy un asesino; no lo hice con intención. Jerry era mi amigo, un compañero, un colega. Estoy sufriendo por la pérdida que cometí. Es muy difícil. Un descuido, una desgracia terminó en un trágico resultado que hoy me duele en el alma. No fue con intención”, dijo Franco Emanuel Ávalos, que respondió por la muerte de su compañero, el policía Oscar Ramírez.
Un jurado popular, integrado por 12 vecinos de la Capital, lo declaró culpable por el delito de “homicidio culposo”. La decisión fue unánime. Una vez conocido el veredicto, al finalizar la audiencia, hubo disturbios en la vereda de la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial.
“Fue el peor error de mi vida. Sé que dejé una familia sin un padre, sin un hijo, sin un hermano. Nunca fue mi intención causar daño a nadie. Sí me hago cargo de lo que hice. Nunca me representé el hecho sino jamás hubiese hecho eso… Solo quiero decir que Jerry era mi amigo”, expresó Ávalos.
El hecho por el que Ávalos fue imputado sucedió el 2 de junio de 2023 en el edificio del Grupo de Infantería Motorizada de Acción Rápida (GIMAR), ubicado en la Capital. Ocurrió al momento en que Ávalos manipulaba un arma de fuego, según la investigación. Su compañero Oscar Ramírez falleció tras recibir un impacto de bala de goma en la cabeza. Desde entonces, Ávalos está privado de la libertad en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Capayán. Durante la investigación, Ávalos reconoció que le disparó a Ramírez. “(…) Yo, encontrándome parado frente al escritorio, plenamente seguro de que el arma estaba descargada, y a modo de broma, la chimacié y efectué el disparo. En ese momento sentí el estruendo de la escopeta y quedé en shock”, relató. Luego, el policía remarcó que tras esa situación lo único que hizo fue “dejar la escopeta en la mesa”. Por este hecho fue imputado por “homicidio simple con dolo eventual calificado por el uso de arma de fuego”.
El fiscal de Cámara Alejandro Dalla Lasta Baroni, en su alegato de clausura, insistió en la imputación. “No se queden con sus lágrimas. Vean toda la película. No deben preocuparse por la condena que debe cargar Ávalos. Eso es tarea del juez. Somos lo que hacemos; nuestros actos nos definen. Era un policía capacitado y entrenado. El arma estaba con cartuchos en la parte del almacenamiento. Manipuló el arma considerando que estaba descargada. Toda arma, cuando se la toma, debe considerársela cargada, incluso cuando se tiene la seguridad de que está descargada”, remarcó el representante del Ministerio Público Fiscal.
A su turno, declaró el defensor Roberto Mazzucco. La defensa remarcó que Ávalos asumió la responsabilidad por el hecho. A la vez, advirtió que no hubo intención de poner fin a la vida de su amigo.
“No hay duda de que es responsable. Debe responder por lo que hizo. Fue irresponsable, negligente. No cumplió con las normativas del manejo de armas –en este sentido, la defensa coincidió con el fiscal-. Es parte de la imprudencia y la negligencia”, sostuvo.
Tras la lectura del veredicto, el juez director Fernando Esteban agradeció a los jurados por su servicio a la comunidad. Luego, fijó audiencia de cesura de pena para este viernes 6 de junio.
Finalizados los alegatos, el juez director Fernando Esteban impartió las últimas indicaciones para que el jurado pasara a deliberar. En horas de la siesta, el jurado arribó a un veredicto unánime: “Culpable en el delito de homicidio culposo”. Tras la lectura del veredicto, el magistrado agradeció a los jurados por su servicio a la comunidad. Luego, fijó audiencia de cesura de pena para este viernes 6 de junio.