sábado, 28 de junio de 2025 22:00
El Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, se prepara para recibir a los líderes regionales. Los días 2 y 3 de julio, Argentina será el anfitrión de la LXVI Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común y la Cumbre de Presidentes del MERCOSUR y Estados Asociados, con el presidente Javier Milei a la cabeza.
El encuentro congregará a los mandatarios de los países miembros del bloque: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, además de representantes de los Estados asociados y de diversos organismos regionales e internacionales. Se espera que los jefes de Estado arriben el 3 de julio para participar directamente de la Cumbre. Entre los presidentes que se prevé asistan se encuentran Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Yamandú Orsi (Uruguay), Santiago Peña (Paraguay) y Luis Arce (Bolivia). También existe la posibilidad de la presencia de Gabriel Boric (Chile).
Agenda y contexto político
La agenda de la cumbre promete abordar temas cruciales para el futuro del MERCOSUR, como el fortalecimiento del bloque, la profundización de la integración regional, la reducción de asimetrías y la negociación de acuerdos comerciales con otros bloques.
Sin embargo, esta cumbre se presenta como un desafío particular para Milei. El presidente argentino se prepara para encabezar el evento en un momento de tensiones evidentes con su par brasileño, Lula da Silva. Las relaciones entre ambos mandatarios han sido complejas desde el inicio de la gestión de Milei, quien ha calificado públicamente a Lula como “comunista” y “corrupto”. A esto se suman las versiones sobre una posible visita de Lula a la expresidenta Cristina Kirchner, lo que añade otra capa de complejidad al panorama político.
Desde la presidencia pro tempore del MERCOSUR, Milei ha manifestado su interés en impulsar medidas tendientes a la flexibilización de las regulaciones del organismo. Su objetivo es destrabar acuerdos de libre comercio, como el que Argentina busca concretar con Estados Unidos, en línea con su visión económica. La cumbre será un escenario clave para observar cómo se desenvuelven estas dinámicas y si se logran avances significativos para el futuro del bloque regional.