martes, 8 de octubre de 2024 01:55
Los diputados nacionales del PRO que responden a Mauricio Macri anticiparon que respaldarán el veto total de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, lo cual aporta un salvavidas esencial para el Presidente de la Nación y complica la intención de ratificar la norma que asegura recursos para las casas de altos estudios en el país. Ni el millón de personas que marchó en abril, ni el millón de personas que marcharon la semana pasada alteraron la voluntad oficial de aplicar el ajuste salvaje a la educación universitaria y, ante el riesgo de que el Congreso de la Nación vuelva a respaldar la norma (si lo hace con los números necesarios en ambas cámaras ya no hay veto posible), Macri salió al rescate del hombre de la motosierra.
El PRO ratifica así su sólida sociedad con Milei, aunque para la tribuna juegue un poco al histeriqueo y simule algunas críticas, inste al Gobierno a llamar al diálogo y otros gestos, simple pantomima de independencia ante las decisiones previamente acordadas con Casa Rosada. “Somos críticos sobre la gestión que el Gobierno nacional ha llevado adelante sobre las universidades nacionales”, ensaya el PRO en un comunicado que roza la esquizofrenia ideológica, ya que viste de supuestos enojos y malestares el apoyo incondicional que la política Milei requiere en esta hora. “El PRO siempre ha defendido la bandera de la educación pública. Lo demostró durante la presidencia de Mauricio Macri”, señala el documento en otro párrafo, quizás sin recordar que era Macri el que se compadecía de quienes “caían” en la educación pública.
Nada que sorprenda, en definitiva, sólo un capítulo más entre las negociaciones y disputas internas del PRO y la relación que forjó con Milei una vez que quedó afuera del balotaje, romance por conveniencia que le permitió manejar la economía nuevamente con el dúo endeudador Luis Caputo-Federico Sturznegger y colocar a su rechazada fórmula presidencial Patricia Bullrrich-Luis Petri como ministros neolibertarios. El matrimonio macrista-libertario desató paralelamente una guerra entre Bullrich y Macri por ver quién puede obtener una porción de torta más grande en esta oportunidad de codearse con Casa Rosada que les cayó de chiripa. El reclamo de cientos de miles de docentes y alumnos, la postura sentada por la sociedad en su conjunto, los pesares de profesores, el riesgo de estudiantes, los problemas de la gente, no entran en ninguna ecuación. Los poderosos juegan un juego donde el radar no capta nada de lo que sucede por acá abajo.
El Esquiú.com