domingo, 23 de junio de 2024 01:04
¿Vendrá Milei?
Trascendió que el presidente de la Nación Javier Milei, fue formalmente invitado a visitar Catamarca durante la próxima edición de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho. En caso de aceptar y venir, Milei sumaría su nombre a la extensa nómina de jefes de Estado que se acercaron a la mayor celebración invernal del país en el último medio siglo. Los últimos fueron Fernando De la Rúa, Mauricio Macri y Alberto Fernández, pero también estuvo Juan Carlos Onganía, y muchos políticos de renombre. De hecho, para aprovechar la enorme repercusión de la fiesta y su siempre nutrida concurrencia (en los últimos años promedia medio millón de asistentes), es una oportunidad muy buscada por los políticos, y en las últimas elecciones fue una plataforma por la cual desfilaron todos los precandidatos presidenciales. Curiosamente Milei no, y ahora tiene la posibilidad de hacerlo. Es un gesto más de apertura del gobierno catamarqueño, que también había invitado al libertario a la procesión en honor a la Virgen del Valle, aunque esa vez no asistió y en sí lo hizo la vicepresidenta, Victori Villarruel. Muchos comprovincianos están en desacuerdo con la llegada de Milei para la fiesta, pero institucionalmente no hay nada que objetar: es el presidente y puede llegar a participar como lo han hecho otras autoridades de diferentes sectores políticos. En todo caso habrá que ver si asiste cuando hay público o, como prefirió hacer Mauricio Macri, hace vallar todo el predio para fotografiarse allí antes de que ingrese la gente. Pero es aventurarse demasiado porque Milei no respondió y su eventual visita, que sería la primera a la provincia, no está confirmada ni mucho menos.
Cuestión de enfoque
La obsesión del Gobierno nacional por la macroeconomía, con sus aciertos y errores, ha desviado el foco de atención mediática hacia los grandes indicadores del país, relegando la situación del ciudadano de a pie. Casa Rosada pone casi exclusivamente el enfoque en los grandes números, y no ha mostrado mayores acciones para atender las urgencias y demandas del común de la gente, que transcurrirá su vida entera sin tener dólares ni cuentas en el exterior. Así, el Gobierno de Javier Milei invita a celebrar un superavit fiscal ficticio, dibujado a fuerza de demorar pagos de compromisos asumidos, o considera un logro haber tenido el semestre con inflación más alta de los últimos años, cotejándola con una hiperinflación imaginaria que nunca estuvo cerca de la realidad. Pero el conjunto de información que se difunde, sobre todo desde canales oficiales, le importan a muy pocas personas. De ese modo, los grandes medios suelen informar minuto a minuto sobre la cotización de los bonos argentinos en Nueva York, el comportamiento del índice Merval y la reacción de especuladores financieros ante tal o cual medida; mientras los trabajadores padecen desafíos mundanos como juntar billetes para pagar el boleto, para pagar la luz, o comprar un remedio. Las prioridades oficiales quedaron claras desde el día uno y no se han modificado, lo curioso es que ahora se haya arrastrado a la mayoría de los medios dominantes, cuando lo esperable era que el Gobierno cambiara su eje y se enfocara un poco más en el pueblo. Por caso, podría interesarse en el derrumbe del consumo de carne, que es un problema concreto de las familias de este país, productor vacuno por excelencia, que hoy no pueden comprar para el plato del día. Mientras tanto, con ese recurrente método de mostrar todo como un éxito, se festeja la habilitación de nuevos préstamos. Es decir, que un país sepultado por las deudas, considera feliz seguir contrayendo deudas.
Excelente medida
En la provincia de Mendoza, los conductores alcoholizados que resulten hospitalizados por incidentes de tránsito deberán asumir los costos de su atención médica. La iniciativa surgió como una propuesta del Poder Ejecutivo y recibió la aprobación unánime tanto en la Cámara Baja como en la Cámara Alta. A raíz de ello, se recuperará el costo de todos los servicios de salud que se brinden por parte de los proveedores públicos, en el caso quienes causen o estén implicados en accidentes habiendo conducido bajo la influencia del alcohol. El Ministerio de Salud provincial, a través del Ente de Recuperación de Fondos para el Fortalecimiento del Sistema de Salud de Mendoza (Reforsal), será el encargado de efectuar el cobro. Cuando la persona involucrada no pueda pagar los gastos del hospital, la deuda quedará pendiente para ser saldada en el futuro cuando disponga de bienes, por lo que se le iniciará un proceso judicial. Por otro lado, el legislador indicó que si la persona no tiene un seguro vigente y al día en su vehículo, también deberá hacerse cargo de los costos de internación de los terceros involucrados en el accidente vial, si fuera necesario. En el caso de que haya terceros involucrados, eso lo cubrirían los seguros, y si no hay seguro, ahí es donde tendrá que responder el conductor bajo la influencia del alcohol, enfatizó. Y el costo de salud no es el único quienes manejen en estado de ebriedad, ya que además pagarán multas que ascienden hasta $1.143.000. Una medida acertada para quienes, con la ley de Tolerancia 0 de alcohol al volante, siguen sin respetar la norma. Para las provincias, los accidentes son un elevado costo, por los hospitalizados de cada fin de semana, y más cuando los heridos necesitan internaciones largas. Si en lugar de una desgracia es producto de la irresponsabilidad de conductores ebrios, eso debe tener un costo.
Recuerdos
Hace una década, el entonces secretario general de la CGT, Pedro Armando Carrizo, se reunió con Raúl Jalil, que era intendente capitalino, para solicitarle que algunas calles de la ciudad fueran bautizadas con el nombre de exsecretarios de la central obrera, como una forma de reivindicar su accionar. Carrizo señaló que el encuentro surgió en el marco del proyecto de la comuna para imponer nombre a las arterias del Valle Central. “Nosotros solicitamos que nos den la posibilidad de que algunas de las calles reciban el nombre de dirigentes gremiales, como Isauro Molina, Raúl Scolamieri y Raúl Acosta, que fueron secretarios de la CGT”, puntualizaba “UTO”, fallecido cuatro años después de aquella charla, en febrero de 2018.
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