Pese a quedar afuera de la lista de empresas a privatizar, desde la entidad señalaron que quedó más cerca de convertirse en Sociedad Anónima
27/01/2025 – 16:07hs
Pese a que quedó fuera del listado de las empresas públicas a privatizar, el Banco Nación acelera su transformación en Sociedad Anónima. Así lo informaron desde la entidad este lunes, mediante un comunicado en el que explicó que “ya cerró su balance especial de transformación al 31/12/2024 y la nueva Sociedad Anónima tendrá activos por $48 billones, depósitos y otras obligaciones por $33 billones”.
“En tanto, el Patrimonio Neto (PN) de la SA ascendería a $15 billones. Por otra parte, el capital social será un valor nominal determinado en el estatuto y el valor de la acción resultará de dividir el PN por el capital social”, agregó el comunicado de la entidad.
El Banco Nación, cerca de convertirse en una Sociedad Anónima
El comunicado explicó que “la Sociedad Anónima tendrá una cartera de préstamos de $15 billones al 1/01/2025 con la mejor tasa de cobrabilidad de la historia reciente, ya que los desembolsos del Banco tuvieron un crecimiento extraordinario en 2024 (más de 600%)”.
“En ese sentido, la entidad aumentó su participación de mercado por más de 600 puntos básicos, alcanzando el 17,5% del total. De esta manera, el BNA reafirma su liderazgo en el sistema financiero cualquiera sea la medición: activos, depósitos, préstamos y patrimonio“, agregó el texto.
El comunicado de la entidad resaltó que la transformación en SA “es imprescindible para que el Banco continúe aumentando los préstamos a favor de las PyMEs y las familias”. “Para sostener ese crecimiento, la institución necesitará ampliar su fondeo, lo que podrá hacer abriendo su capital, para lo cual es esencial que se convierta en Sociedad Anónima y que tenga la aprobación del Congreso”, detalló.
Y concluyó: “De este modo, el Banco Nación cumple plenamente el mandato del Gobierno del Presidente Javier Milei: la promesa de inflación cero viene acompañada de abundancia de créditos y la rápida transformación del Banco en Sociedad Anónima”.
El anuncio del presidente del Banco Nación y un fallo de la Justicia
En septiembre del 2024, el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard había señalado que “para que el BNA pueda sostener el crecimiento de los créditos es imprescindible la transformación de nuestra entidad en sociedad anónima, tal cual establece la Ley de Bases. La mayor transparencia y eficiencia que ganará el banco redundará en la multiplicación de la oferta de créditos”.
También manifestó que “sería muy favorable que el resto de los bancos se sumen a las iniciativas de crédito que impulsa el BNA. La promesa de inflación cero tiene que venir acompañada del crecimiento de los créditos a favor de las pymes y las familias argentinas”.
Algunas semanas más tarde, el Juzgado Federal N° 2 de La Plata, bajo la subrogancia del juez Alejo Ramos Padilla, emitió un fallo que de alguna manera condiciona la privatización del Banco Nació. La decisión se dio en respuesta a una acción legal presentada por trabajadores de la entidad, quienes buscaron frenar lo que consideraban una privatización encubierta, impulsada por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N° 70/2023 y una resolución del directorio del banco que habilitaba la contratación de asesoría privada para tal proceso.
El juez Ramos Padilla estableció que ni el DNU ni la Resolución 348 del BNA facultan al Poder Ejecutivo a modificar la situación jurídica del Banco Nación, un cambio que solo puede efectuarse mediante la sanción de una ley formal por el Congreso de la Nación. Esta aclaración se basó en la Ley 27.742, conocida como “Ley de Bases”, que en su versión original incluía la posibilidad de privatizar la entidad bancaria, pero que finalmente fue modificada para excluir al BNA de dicha medida.
En el fallo, el magistrado destacó que la voluntad del Congreso, reflejada en el debate legislativo, fue clara al decidir que el Banco Nación no debía ser sujeto de privatización. Este proceso involucró la participación de diversos actores políticos, lo que, según Ramos Padilla, excede el ámbito judicial y confirma que solo el Congreso tiene la potestad de decidir el futuro de la entidad.