El amor muchas veces aparece de forma inesperada, de diferentes maneras, y cuando menos se lo espera. Ese es el caso de Luciana Rubinska, quien se enamoró perdidamente de Juan Capurso, su novio que actualmente trabaja como productor.
Una de las cuestiones que rápidamente debieron afrontar para seguir adelante su romance es la diferencia de edad. Ella con 42 años y él con 28, la periodista reconoció que tenía mucho más prejuicios y que se dio cuenta que era el amor de su vida en el momento que desdramatizó la situación.
“Tengo un momento, no sé si pensé eso por qué es un tono muy romanticón, que no nos caracterizamos. Fue cuando hacía poquito que nos conocíamos, y yo te dije ‘che, ¿a vos no te hace un toque de ruido el tema de la diferencia de edad?’, y me diste a entender que vos en la vida ibas para adelante, que no le diste ningún tipo de importancia ni trascendencia a que había una diferencia de edad considerable”, expuso Rubinska.
Su romance comenzó hace dos años y medio cuando les tocó coincidir como compañeros en ESPN. Juan allí es jefe técnico, y ella como conductora de F360, por fuera del canal comenzaron a vincularse hasta darse cuenta que entre ellos había amor.
En una propuesta que hizo Infobae para juntar y hacer juntos una entrevista, que contó con un ida y vuelta, Rubinska quiso saber qué fue lo que la enamoró de ella. Entre bromas y un acto grande de sinceridad, a base de mucho amor, se expresó desde lo más profundo de su corazón.
LA HISTORIA DE AMOR DE LUCIANA RUBINSKA
“Ese par de ojos. Lo compañera que sos, me acompañas en todo, básicamente”, contó Juan, quien a diferencia de su novia, no está tan acostumbrado a la exposición y cuenta con mucho menos palabras. De hecho, algo que aclaró es que no es un “vividor” de ella, ya que es un “laburante” más.
“Se nota, porque quiere salir todo el tiempo y piensa que tiene 20 años, no le puedo seguir el ritmo a veces”, bromeó el joven productor. Rubinska por su parte, si bien hoy se toma con naturalidad el tema y lo vive muy tranquila, en un principio no fue nada fácil.
“La verdad es que primero me chocó un poco, pero desde el momento en el que pregunté por vos ya sabía, y nunca me resultó un impedimento. Me chocó que de repente mucha gente con la que no tengo tanta confianza se sentía en el lugar como para opinar, eso sí, me llamó la atención”, sentenció Luciana.