Nico Vázquez se emocionó hasta las lágrimas al contar en el programa Almorzando con Juana una experiencia sobrenatural que lo marcó profundamente. El actor, que lleva años brillando sobre las tablas, relató un episodio que vivió durante una función de Tutsi, en el que una espectadora sufrió un infarto en plena sala.
Lo que ocurrió después lo conectó, según él, con su hermano fallecido, Santiago Vázquez. Todo comenzó cuando, en medio de la obra, alguien del público gritó: “¡Un médico, por favor!”. Sin pensarlo, Nico, que estaba caracterizado como su personaje, se lanzó al pasillo del teatro para asistir a la mujer.
“Yo estaba vestido de Tutsi, con la cartera y el micrófono puesto. Me tiré al piso, no dudé”, relató. La situación era crítica. La espectadora estaba sufriendo un ataque masivo al corazón. Con conocimiento en RCP tras la pérdida de su hermano, Nico supo actuar rápido: “Me acerco, la veo, y me doy cuenta de que está teniendo un ataque”.
Y siguió: “No dudo y le pido a mi stage de piso que traiga el DEA (desfibrilador externo automático) y que llamen a emergencias”. El detalle no menor es que el teatro donde sucedió esto no contaba con DEA antes de que él trabajara allí.
“Lo hice comprar. Lo mismo hice en otros teatros. En todos los espacios públicos debería haber uno. No estoy haciendo campaña, pero mi hermano murió en un hotel cinco estrellas donde no había un DEA”, comentó, visiblemente conmovido.
Mientras el equipo de salud intervenía, Nico fue apartado por sus compañeros. Desde un palco, pidió un handy para seguir de cerca la situación. Fue entonces cuando, con el micrófono aún abierto, comenzó a rezar: “Dios, por favor que no se muera. Santi, por favor que no se muera. Santi, salvála”.
El momento más fuerte llegó cuando, tras aplicar dos descargas con el desfibrilador, la mujer abrió los ojos. Más tarde, el SAME le confirmó que estaba fuera de peligro. Pero lo que más impactó a Nico fue descubrir cómo se llamaba el médico que la asistió: Santi.
“Ahí exploté. Lloré, me abracé con todo el equipo y le agradecí al Santi de acá y al Santi de allá, que está con Dios”, dijo, sin poder contener la emoción. La mujer, que hoy se llama Susana, se recuperó por completo. “A los tres días estaba hablando, a los nueve en su casa, y al mes volvió a ver Tutsi con toda su familia”, cerró Nico.
Nico, quien aseguró que desde entonces mantiene una hermosa amistad con ella, confesó que esa noche algo cambió dentro suyo. Para él, no fue una coincidencia, sino una señal clara de que su hermano sigue presente en momentos clave de su vida.