“Vamos a tener que adaptarnos a esto”, afirmó el abogado previsional Norberto Markarián, en diálogo con Canal E al analizar el proyecto del gobierno para extender gradualmente la edad jubilatoria hasta los 70 años.
El sistema previsional, al borde del colapso
“Vamos a tener que adaptarnos a esto”, advirtió el entrevistado al referirse al nuevo proyecto que prevé una suba gradual de la edad jubilatoria hasta los 70 años para hombres y mujeres a partir de 2030. Según el especialista, la medida responde a una crisis estructural del sistema previsional: “No alcanzan los activos para poder compensar el déficit de las jubilaciones”.
Markarián detalló que “tenemos 8 millones de jubilados, de los cuales 5 millones se jubilaron con la mínima, con pocos aportes y mucha moratoria”, y que además “hay 10 millones de personas que cobran subsidios pero que no aportaron nada en su vida”. Esta combinación, remarcó, genera “un gran desfasaje” que no se replica en otros países.
El abogado explicó que, a diferencia de otras reformas, el aumento de la edad jubilatoria “no sería directo, sino gradual”, y que se barajan alternativas como “llevar a los hombres a los 68 años y a las mujeres un poco más, hasta alcanzar los 70 años”.
Jubilaciones, empleo joven y trabajo en negro
Más allá de lo previsional, Markarián alertó por el impacto que esta reforma puede tener en el acceso al empleo de los jóvenes: “Estamos perjudicando a los jóvenes”, afirmó, y explicó: “Si tenemos bloqueado un establecimiento con gente que va a llegar a los 70 años, los jóvenes no van a poder acceder nunca a ese empleo”.
En este sentido, se refirió al caso de Francia, donde una reforma similar impulsada por el gobierno de Emmanuel Macron desató protestas masivas. “En París casi lo quemaron. Les prendieron fuego por la reforma previsional”, dijo, aunque aclaró que no espera ese nivel de conflicto en Argentina, pero sí tensiones sociales.
Además, se refirió a la informalidad laboral como uno de los problemas estructurales del sistema argentino: “No puede ser que trabajen hasta los 70 años pero que sigan pagando en negro”, cuestionó, y recordó que incluso “en los tribunales había empleados que ni cobraban viáticos”.
Por otro lado, también puso la lupa sobre el financiamiento de la ANSES: “Hoy el dinero sale de 120 impuestos nacionales y de los aportes de los trabajadores, pero todo se termina algún día”, señaló. También mencionó que hay incertidumbre sobre el futuro de esos recursos: “No sé si van a mantenerse esos 120 impuestos o si van a unificarlos y ya no lo va a tener tampoco el organismo”.
El rol del Congreso y los desafíos estructurales
Markarián expresó su preocupación por la falta de visión a largo plazo en el Congreso: “Los legisladores no están preparados para asumir ese compromiso”, dijo, en referencia a los proyectos que buscan restablecer la moratoria previsional. “El gobierno está pensando en el futuro, pero los legisladores están tratando de volver a los sistemas anteriores”, lamentó.
Insistió en que cualquier reforma debe contemplar los efectos en cadena que genera: “Si movemos una pieza del ajedrez, va a repercutir en todas las otras”, aseguró.
Finalmente, planteó la necesidad de una política integral: “Tenemos que crear amplitud de trabajo para la gente activa, pero también ingresos suficientes para pagar las jubilaciones”, y agregó: “Si no se corrige la informalidad, ¿de dónde vamos a sacar la plata para las jubilaciones? De ningún lado”.