La situación de los jubilados en Argentina fue objeto de numerosas reformas y cambios a lo largo de los distintos gobiernos que pasaron. En este contexto, el periodista, Ismael Bermúdez, abordó las causas y consecuencias del constante deterioro del poder adquisitivo de las jubilaciones, un fenómeno que atraviesa diferentes coyunturas económicas.
Ismael Bermúdez explicó que el sistema previsional, en sus primeros años, operaba con grandes superávits. “Cuando se inicia un sistema de jubilación, no hay beneficiarios porque nadie tiene la antigüedad suficiente para acceder a las jubilaciones“, indicó. Este superávit inicial se invertía en activos financieros, como acciones y títulos públicos, lo que permitía sostener el sistema.
Sin embargo, estos fondos no se destinaron a los jubilados, sino que se licuaron con el tiempo debido a decisiones gubernamentales erróneas. “En la década de los 60, las cajas jubilatorias tenían un superávit equivalente al 47% del PBI“, dijo Bermúdez, quien señaló que esta cifra de USD 300.000 millones de hoy en día se esfumó debido a la mala administración.
El impacto de la informalidad en la recaudación del sistema previsional
El entrevistado también hizo hincapié en la informalidad laboral como uno de los factores que afectan negativamente la recaudación del sistema. “Las empresas no registran a todos sus trabajadores, lo que significa que no hay aportes jubilatorios por una parte importante de la masa laboral“, aseguró. Incluso aquellos trabajadores con descuentos jubilatorios enfrentan un problema, ya que “las empresas no depositaban esos descuentos en las cajas previsionales”.
Para resolver parcialmente este desajuste, los gobiernos implementaron moratorias, pero estas no lograron una solución efectiva: “La gran mayoría dijo que no entraba a la moratoria porque siempre había alguna medida que me iba a exceptuar“, explicó Bermúdez.
Cambios en el sistema previsional
El cálculo de las jubilaciones fue otro punto crítico en la historia argentina. En un principio, la promesa era que los jubilados recibirían el 82% móvil del salario, pero durante la reforma previsional de los años 90, implementada por Domingo Cavallo, esta fórmula se modificó. “El cálculo pasó a ser una suma fija más un 1,5% por cada año de aporte“, comentó el periodista. Este cambio dejó a muchos jubilados con haberes más bajos de los que esperaban. Como ejemplo, señaló: “Si un jubilado ganaba un millón de pesos, su pensión sería solo un 55% de esa cantidad, lo cual es claramente insuficiente”.
Más recientemente, el gobierno de Javier Milei adoptó un sistema de ajuste por inflación para las jubilaciones. Aunque esto impidió que los jubilados pierdan más poder adquisitivo en relación con la inflación actual, Bermúdez destacó que esta medida también trae consecuencias negativas. “Si ajustas por inflación pero no modificas el bono, el jubilado sigue perdiendo“, explicó. Los jubilados de haberes mínimos, que reciben un bono de $70.000, no ven una actualización de ese bono desde hace un año, lo que generó una pérdida real frente al aumento de los precios. “Ese bono debería ser de $145.000 hoy, si se hubiera ajustado como el resto”, subrayó.