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martes, 24 septiembre, 2024

Descubren en Alemania el campo de batalla más antiguo de Europa y un detalle resultó “espeluznante”

Investigadores alemanes de la Universidad de Göttingen dieron a conocer el amplio patrimonio arqueológico que se rescató de un antiguo campo de batalla. Según los arqueólogos, se trataría del más viejo de toda Europa, que dataría del 1250 a.C y que corresponde a la Edad de Bronce. El mismo se ubica en el norte del país germano, en el valle de Tollense.

El continente europeo cuenta con un amplio abanico de objetos antiquísimos que corresponden a eras prehistóricas y no tanto, pero que ayudan a comprender en profundidad cómo vivían ciertas civilizaciones y qué hábitos conservaban.

Puntas de flecha del valle de Tollense(L. Inselmann et al., Antiquity)

Sobre este reciente hallazgo, los científicos explicaron que el material sustraído confirmó que la batalla no fue una simple pelea entre comunidades vecinas, sino que comprendió a diferentes regiones de la actual Alemania y del resto de Europa Central.

El campo de guerra del valle de Tollense se delimitó en 1996, y a lo largo de estos casi 30 años se identificaron los restos de más de 150 individuos, muchos de los cuales pertenecían a hombres jóvenes y aptos para la guerra. Ahora, se retiraron armas de madera, espadas, palos y flechas de lanza incrustadas en los huesos de algunos seres humanos partícipes del conflicto bélico.

Se asumió que el enfrentamiento fue brutal y sangriento, lo que pudo ser el más espeluznante de toda la Edad de Bronce en el lugar. En diálogo con el medio Newsweek, Thomas Terberger, profesor de la universidad antes mencionada y supervisor de la expedición, indicó: “El yacimiento del valle de Tollense ha cambiado por completo nuestra imagen de la Edad del Bronce en Europa Central. La Edad del Bronce no fue tan pacífica como se creía antes”.

Cráneo con una punta de flecha incrustada(L. Inselmann et al., Antiquity)

Los arqueólogos lograron clasificar algunos de los restos óseos y determinaron que los combatientes no eran todos de un mismo lugar, sino que, entre los locales, también había extranjeros. Esta investigación se llevó a cabo al descubrir que la composición y contextura fisonómica de algunos huesos no presentaban similitudes. Las puntas de flecha de bronce y sílex ayudaron a confirmar esta teoría.

Leif Inselmann, investigador de la Universidad Libre de Berlín y autor principal del artículo que resume casi tres décadas de análisis, destacó la importancia de las flechas: “Las puntas son una especie de ‘pistola humeante’”. Y las comparó con un arma homicida en una escena de un crimen. Este tipo de armas hechas con sílex eran comunes del norte de Europa, sin embargo, las de bronce tenían más uso en el sur, incluso en regiones como Baviera y Moravia.

Una muestra de la punta de flecha de Mecklemburgo-Pomerania Occidental(L. Inselmann et al., Antiquity)

El campo de batalla del valle de Tollense fue una de las incógnitas más grandes por entender dentro de la comunidad científica. Así es que se afirmó que los pueblos del norte se confrontaron con los del sur en una invasión sin precedente y, para defenderse, pudieron contratar a mercenarios de Escandinavia. Algunos de los rastros señalaron que los combatientes extranjeros se organizaron en un gran ejército.

En el siglo XIII a.C, surgió un importante cambio social y diversas movilizaciones que incentivaron cruces entre otros pueblos. Fue la transición a la Cultura de los Campos de Urnas, que tuvo nuevos ritos funerarios, una cultura material y una organización comunal diferente. “El conflicto probablemente deba considerarse en el contexto de este importante proceso de transformación”, señaló Terberger.

LA NACION

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