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San Fernando del Valle de Catamarca
26 febrero, 2025

Claves para entender el tráiler de la lancha

Los tráileres son estructuras metálicas utilizadas en náutica, entre otras tantas actividades, para el traslado de las embarcaciones por terrenos o suelos firmes. Por sus características, van siempre arrastrados por un vehículo, generalmente en la vía pública. Llevan luces reglamentarias como si fueran vehículos, dado que –en definitiva–, son una prolongación de ellos. Es por eso que resulta de vital importancia su cuidado y mantenimiento.
En principio, se requiere tener una licencia de conducir que habilite su uso, o bien ampliar la categoría vigente en la dependencia de tránsito jurisdiccional que corresponda al domicilio declarado. Para ello debe rendirse un examen de manejo con el dispositivo articulado al vehículo. Es muy importante, independientemente de tener la habilitación de conducción, el dominio de manejo sobre todo en curvas y en reversa. Esto último evitará que el vehículo haga efecto tijera con el enganche, situación frecuente cuando no se dispone de espacios amplios para maniobras. 

Los tráileres, hoy en día por reglamentación, deben estar homologados ante la DNRPA (Dirección Nacional de Registros de Propiedad Automotor). El dueño debe ir a la ANSV (Agencia Nacional de Seguridad Vial) y, a través de un certificado de seguridad emitido por un ingeniero mecánico, finalizar el trámite. Caso contrario, acorde a la nueva reglamentación, estará en infracción y el seguro (hay que declararlo) no cubrirá posibles accidentes causados.

Cuidado, mantenimiento y construcción

Los tres son detalles fundamentales para la seguridad. Si el tráiler es de acero, no puede ser de estructuras tubulares huecas, dado que la transpiración del hierro, producto del cambio de amplitud térmica, generará óxido y –por ende– debilitará el material. Si es de aluminio, soporta mejor la corrosión, es más liviano, pero también mucho más costoso. Por otro lado, existen tráileres con eje simple y con doble eje. Todo depende del uso para el cual esté destinado. Aquellos que transportan embarcaciones largas y pesadas deberán optar por eje doble para un mejor reposo. Pero debe tenerse en cuenta el arrastre del segundo eje trasero al doblar muy cerrado, lo que provocará una gran fuerza de tensión entre la lanza y el enganche del vehículo, por eso no es recomendable para automóviles; sí para camionetas.
Los enganches pueden ser con sistema tortuga bocha o de perno pasante. El primero, que es el más utilizado, puede eventualmente producir su desenganche en caso de tomar una badén positivo o negativo muy pronunciado a alta velocidad, o un giro brusco en el cuál el tráiler siga su trayectoria por desacople. Para evitar este problema, existen cadenas que van enganchadas al vehículo tractor para sostenerlo. Y si fuese perno pasante, se tiene la seguridad de que el tráiler siempre estará sujeto al vehículo tractor, pero ante una eventualidad de error de manejo (que el tráiler derrape en banquina, por ejemplo) forzará al tractor a hacerlo también. Por eso es muy importante la conciencia y el conocimiento de manejo.

El balanceo de la embarcación es fundamental para la distribución del peso sobre el arrastre. Si la lancha se coloca muy a proa, cerca de la lanza, esto hará bajar el tren trasero del vehículo tractor y, por ende, levantará el tren delantero haciendo perder la adherencia de las cubiertas al pavimento y minimizando la respuesta del sistema de dirección. Como contrapartida, si la embarcación se coloca muy a popa, habrá una fuerza que va a tender a levantar la parte trasera del vehículo tractor, generando un posible desenganche si tuviera sistema tortuga bocha provocando, además, un efecto tijera en la trayectoria, donde ambos componentes terminarán cruzándose. La técnica empleada para determinar un buen balanceo es el equilibrio entre la embarcación y el tráiler. 
¿Cuál es el punto óptimo? La embarcación colocada sobre el tráiler sin enganchar, debe mantenerlo en posición horizontal. En un doble eje es muy fácil, pero en uno simple bastará con utilizar la mano en la punta de la lanza y balancearlo sin esfuerzo alguno.
Existen tráilers con rollos y con largueros cama para que reposen las embarcaciones. En el primer caso, es muy útil para lanchas livianas, dado que no se requiere de mucha fuerza y los rollos ayudan su desplazamiento, sobre todo en explanadas o en lagunas. Pero como el casco reposa sobre puntos fijos, no es un sistema recomendable para largos trayectos. En caso de largueros, como la embarcación apoya sobre todos los puntos, el casco sufre menos, pero es más dificultosa la maniobra de carga y descarga.
Una función muy útil de un tráiler es la de sumergirse desde las orillas para facilitar la flotabilidad de la embarcación. Cabe destacar que, por lo general, los mecanismos de masas y conos de los ejes no siempre son unidades selladas. Esto implica que el agua que ingresa en ellos puede ocasionalmente oxidarlos y, por ende, se terminan engranando los rulemanes. Para evitar este inconveniente es preciso engrasar periódicamente el sistema, sobre todo cuando el tráiler está sujeto a continuas inmersiones. 

Sus cubiertas son otro de los elementos de seguridad a tener en cuenta, pues son el único punto de contacto entre el remolque y el pavimento. Muchas veces se utilizan neumáticos en mal estado por menospreciar su utilidad, que pueden reventar y provocar un accidente. El tener en cuenta estos cuidados hará prevalecer la seguridad 
de todos en la vía pública.

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