En un contexto de desesperación, Tamara, una mujer que atraviesa una situación compleja, se encuentra pidiendo respuestas en el pabellón 10 del CAPE (Centro de Atención Primaria Educativa) tras la pérdida de su fuente laboral en la Escuela Gobernador José Cubas.
La angustia se suma a las complicaciones que enfrenta con la salud de su hija pequeña, quien sufre de graves problemas médicos, como convulsiones, reflujo y dificultades respiratorias.
Durante dos años, Tamara trabajó en dicha institución bajo una beca que le permitía cumplir tareas en el jardín de la escuela. Sin embargo, la situación cambió cuando la directora de la escuela solicitó la baja de la beca que Tamara recibía, a pesar de haber presentado los certificados médicos que justificaban su ausencia laboral debido a las constantes internaciones de su hija.
“Mi hija estuvo internada varias veces, presenté los certificados médicos correspondientes, pero no me los han valido. En diciembre y enero no pude cobrar la beca”, expresó Tamara, quien se mostró visiblemente afectada por la falta de apoyo por parte de la institución. .
A pesar de sus esfuerzos por cumplir con sus responsabilidades laborales, las condiciones de salud de su hija la obligaron a faltar a su puesto de trabajo, lo que no fue comprendido por los directivos de la escuela. Tamara explicó que nunca recibió una comunicación o solución de los responsables, lo que generó un sentimiento de desamparo. “Nunca me contactaron ni me dieron una explicación clara. Mi situación fue ignorada”, señaló.
Lo más alarmante es la falta de respuesta por parte de las autoridades del Ministerio de Educación. A pesar de haber intentado contactarse durante más de un mes con la licenciada Natalia Pacheco, responsable del CAPE, para presentar las certificaciones médicas y las historias clínicas de su hija, Tamara no ha recibido ninguna solución. “Me siguen diciendo que espere, pero ya no puedo más”, expresó a la prensa local, mientras se mantenía en el CAPE esperando una respuesta.