El Gobierno liberó el viernes los precios del mercado de Gas Licuado de Petróleo (GLP), lo cual implica un aumento en el precio de la garrafa. El tanque de 10 kg que costaba en noviembre $ 8.500 y pasó a $ 11.500 en diciembre, subirá a un valor que oscilaría entre los $ 14 mil y $ 16 mil, de acuerdo con fuentes del sector. Por lo cual, en el acumulado de los últimos tres meses tendría un aumento de al menos un 60%, aunque podría llegar hasta el 88%.
La medida fue oficializada a través de la resolución 15/2025 publicada en el Boletín Oficial y dispuso la eliminación los Precios Máximos. Derogó la Resolución 70/2015, que establecía ese valor para fraccionadores y distribuidores, particularmente para garrafas de 10, 12 y 15 kg, que a partir de ahora tendrá precios de referencia fijados por el Ministerio de Economía. Sin embargo, la norma aclara que estos precios son una guía para el mercado, pero no son obligatorios, y que “no deberá superar el precio de paridad de exportación (PPE)”, es decir, los valores internacionales.
A su vez, se elimina la regulación sobre la asignación de bocas de carga a los fraccionadores. Estos podrán acordar libremente el acceso a ellas. También, seguirán vigentes los subsidios del Programa Hogar para sectores vulnerables que no cuentan con acceso a la red.
“El Gobierno decidió comenzar un proceso de desregulación bajo tres ejes principales: alinear los precios con los internacionales en toda la cadena del GLP, liberar las bocas de carga para que los fraccionadores puedan elegir dónde retirar el producto y quitar los aportes obligatorios y cupos, dando mayor flexibilidad en la asignación de recursos”, sostuvo en un comunicado la Secretaría de Energía. Y agregó: “Esta medida abre una nueva era en el mercado del GLP, con reglas claras y libertad para competir. A partir de ahora se reflejarán los costos competitivos en todas las etapas del proceso, habrá precios determinados por la oferta y la demanda, se fomentará la competencia, incentivando a los actores del mercado a mejorar continuamente y se eliminarán barreras artificiales para así facilitar el acceso a este combustible en todas las regiones del país”.
Así, el precio de la garrafa pasaría a ser uno de los más caros de la región, con un valor promedio de alrededor de US$ 15, cuando en el resto de los países del continente oscila entre los US$ 8 y US$ 10, incluso en aquellos que importan el cilindro, según el portal especializado América GLP. Otro dato: Argentina, junto con Estados Unidos y Canadá, son los tres países que además de abastecer a sus mercados internos, exportan el producto. Cabe aclarar que el precio del propano, el otro gas que producen en el mercado del GLP ya se encontraba desregulado, no se fijaba. Este es usado para los cilindros de 45 kg.
En un contexto de pérdida de poder adquisitivo de los sectores que mayoritariamente consumen garrafa, el incremento impactará en el consumo. En este punto, en 2024 el consumo bajó alrededor de un 3%.
A su vez, el impacto de la medida también se verá reflejado debido a la cantidad de usuarios que utilizan gas envasado, ya que según datos oficiales el uso de GLP, que incluye tanto el butano para el fraccionamiento en garrafas de 10 kg como el propano para envases de mayor tamaño como los cilindros y el granel/zeppelín, es de las más utilizadas en las cocinas de los argentinos. El Censo del 2010 arrojó que el 45,4% del país consume GLP como medio de cocción de alimentos frente al 51,2% de los hogares que consumen gas por red, según un análisis de la consultora Paspartú, especializada en energía.
También tendrá su consecuencia inflacionaria. Si bien el IPC que mide el Indec no desagrega la información para la garrafa, mide el ítem “Gas”, que incluye también el servicio de gas por red, entre otros. Este rubro dentro del índice general pondera de la siguiente manera: en GBA pondera 1,51; en la región pampeana 1,9; noreste 0,98; noroeste 1,86; cuyo 2,3 y patagonia 1,13. Para dimensionar el impacto, por ejemplo, si pasa de $ 11.500 a $ 15.500 en promedio aproximadamente, el aumento es del 34%, por lo que, en la zona del GBA, el peso será 0,5 puntos. Por ejemplo, en el caso de que la inflación sea del 1%, la mitad de ese índice estaría explicado por ese aumento.
“Cuando el presidente Javier Milei asumió el mandato, el mercado del GLP estaba marcado por una fuerte presencia estatal, con un gobierno que imponía los precios máximos en toda la cadena: producción, fraccionamiento, distribución y comercialización. Además, los fraccionadores estaban obligados a retirar el producto en lugares determinados y los productores tenían cupos obligatorios que limitaban su capacidad operativa.
De esta forma, se había generado un mercado rígido, que frenaba el desarrollo y la competitividad, provocando el encarecimiento del proceso completo de producción”, concluyó Energía.