lunes, 1 de septiembre de 2025 19:00
Juana Repetto sorprendió a sus seguidores la semana pasada al revelar que se encuentra esperando su tercer hijo. La noticia fue compartida de manera original en sus redes sociales, generando gran repercusión entre sus fans y familiares.
La actriz, hija de Nicolás Repetto y Reina Reech, explicó días después que no todo ha sido sencillo desde que dio a conocer su embarazo. En un relato sincero a través de Instagram, Juana contó las complicaciones de salud que vivió en las últimas horas.
“Hoy amanecí mejor, pero ayer estuve muy mal. Me levanté con mucha congestión, estornudos, gripe”, relató la mediática, dejando en claro que su estado físico la había dejado bastante debilitada. Además, precisó que tuvo fiebre leve: “Tuve febrícula, 37 y medio a la tardecita, que para mí es volar de fiebre”.
Juana Repetto aclaró que su temperatura corporal habitual es más baja que la promedio, por lo que incluso un número que parecería normal la afecta considerablemente. “Yo quedo de cama mal, porque mi temperatura normal es menos de 36 en general. Entonces, con 37 y medio yo estoy como deshecha”, explicó.
Juana Repetto también compartió una anécdota familiar ocurrida durante su malestar. Relató que se quedó dormida mientras sus hijos veían una película, y se despertó en plena madrugada toda transpirada, mientras los chicos permanecían dormidos frente al televisor. “Un desastre total”, confesó entre risas y cierta resignación.
Reflexionando sobre el episodio, la actriz comentó que su cuerpo le envió un mensaje claro: frenar y cuidarse. “Largué la noticia del embarazo y me bajó todo junto. El cuerpo me dijo, frená un toque, el cuerpo me exigió frenar”, señaló.
Por último, Juana Repetto desmintió los rumores que surgieron tras un video donde mostraba un huevo con dos yemas mientras cocinaba con sus hijos. A pesar de que muchos interpretaron esto como un anuncio de mellizos, ella aclaró con firmeza: “No estoy embarazada de mellizos, aviso”.
Con este relato, Juana Repetto no solo compartió su alegría por ampliar la familia, sino también la vulnerabilidad que implica un embarazo, mostrando que incluso los momentos felices pueden traer desafíos inesperados.