sábado, 23 de agosto de 2025 10:12
Si convivís con un perro, seguro ya lo notaste, ir al baño casi nunca es un momento de soledad. Apenas te levantas de la silla o caminas hacia la puerta, tu mascota corre detrás tuyo como si fuera parte de su rutina. Aunque pueda parecer gracioso, lo cierto es que detrás de este comportamiento hay razones más profundas.
Los especialistas en conducta animal señalan que los perros son animales sociales y necesitan sentirse parte de la “manada”. Por eso, acompañarte incluso al baño es una forma de reforzar el vínculo y asegurarse de que estás bien.
El veterinario Pancho Cavero, experto en bienestar canino, explicó que este hábito puede deberse a diferentes motivos: desde la curiosidad natural hasta la ansiedad por separación, pasando por el instinto de protección y la costumbre adquirida cuando alguna vez fue premiado por seguirte.
Entre las razones más comunes figuran:
Refuerza el vínculo. Para tu perro, estar cerca incluso en esos momentos íntimos es una manera de mantener la conexión y reafirmar el compañerismo.
Curiosidad pura. A los canes les encanta enterarse de todo lo que pasa en su entorno. Si vas al baño, simplemente quieren saber qué hacés ahí adentro.
Un hábito aprendido. Si en algún momento lo premiaste o lo acariciaste por seguirte, probablemente lo incorporó como costumbre y lo repite cada vez.
Ansiedad por separación. Algunos perros sufren cuando se quedan solos. Acompañarte hasta el baño les da seguridad y tranquilidad.
Instinto de protección. Muchos perros tienen un fuerte instinto de cuidado hacia sus dueños. Para ellos, estar a tu lado es asegurarse de que estás bien, incluso en los espacios más privados de la casa.
En la mayoría de los casos, que un perro acompañe a su dueño al baño es completamente normal. Sin embargo, los expertos advierten que si el animal muestra signos de ansiedad excesiva como llanto, ladridos continuos o incapacidad de relajarse cuando no ve a su humano podría tratarse de un cuadro de ansiedad por separación.
En esos casos, se recomienda consultar con un veterinario o un especialista en conducta canina para ayudar al animal a ganar seguridad incluso cuando no esté acompañado.