La localidad de Laguna Blanca, en el norte del departamento Belén, atraviesa una compleja situación tras el violento temporal de viento y tierra que afectó seriamente a la comunidad. El fenómeno dejó daños materiales significativos y obligó a desplegar un amplio operativo de emergencia.
Equipos técnicos y organismos provinciales se hicieron presentes en el lugar para brindar asistencia a los vecinos. Las acciones incluyeron contención sanitaria, distribución de agua potable, entrega de elementos de primera necesidad y relevamientos para dimensionar el impacto del evento climático en viviendas e infraestructura.
En los próximos días, continuarán los trabajos de reparación y reconstrucción. Un equipo del Ministerio de Vivienda y Urbanización ya se encuentra en la zona para avanzar con soluciones habitacionales, mientras otros ministerios coordinan acciones complementarias. Las tareas buscan restituir condiciones básicas de vida para las familias afectadas.
Se prevé además una visita técnica del gobernador al lugar para supervisar los avances, evaluar nuevas necesidades y acompañar a la comunidad, que aún atraviesa una etapa crítica.