domingo, 20 de julio de 2025 14:00
El mundo del deporte y el espectáculo se unieron en un solo sentimiento esta semana: la conmoción por el estado de salud de Alejandra la Locomotora Oliveras. A cinco días del accidente cerebrovascular que la dejó internada en terapia intensiva, su familia atraviesa momentos de extrema angustia, aferrada a la fe y la fortaleza que siempre caracterizó a la ex campeona mundial de boxeo.
En ese contexto, Jesús, su hermano, rompió el silencio en el programa Secretos Verdaderos y compartió un testimonio cargado de dolor, amor y asombro. “Nosotros como familia estamos shockeados, nunca nos hubiéramos esperado esto”, afirmó con la voz entrecortada.
Y continuó: “Uno lo puede esperar de un familiar con una enfermedad crónica, pero de una deportista tan sana como mi hermana, no. Mi hermana es la persona más sana que conozco”. Jesús relató con detalle cómo fueron las horas previas al dramático episodio.
“Estaba perfecta. Al otro día, Alexis la va a levantar y se encontró con esa situación, tirada en la cama, confusa. Estaba sin poder mover la mitad del cuerpo. Ahí la llevaron al hospital y quedó internada. Primero estábamos totalmente negados”, confesó.
La situación se volvió crítica y los médicos debieron intervenir de urgencia. “Pasaron 40 horas y la tuvieron que operar de urgencia, por la inflamación y el edema que tenía, para salvarle la vida. El médico me dice que es hora por hora, hay que esperar 10 días. Ahora está estable”, explicó, reflejando el delicado cuadro.
Un dato que impactó fue la revelación sobre la hipertensión de Alejandra, algo que, según su hermano, desconocían: “No estábamos al tanto. Mira que he trabajado con ella cuando era boxeadora, estábamos rodeados de médicos, pero no sabía”.
La intervención fue drástica: le retiraron parte del cráneo para descomprimir. Actualmente se encuentra en coma inducido, y los próximos días serán determinantes. “Después de 10 días se la pueden sacar (la asistencia mecánica). Conociéndola, seguro va a reaccionar, es muy fuerte mi hermana”, aseguró Jesús con esperanza.
Más allá del presente crítico, Jesús recordó con emoción la esencia de la Locomotora desde que eran niños: “Cuando íbamos a la primaria, ella era la que me defendía de los chicos. Era mucho más fuerte que yo y que los varones de su edad. Era una especie de heroína”.