La gestión de Javier Milei avanza con su plan de ajuste del Estado. Se elimina el Instituto Nacional de Semillas y se degradan otros entes técnicos
07/07/2025 – 20:34hs
En una nueva etapa del proceso de reestructuración estatal, el Gobierno nacional resolvió disolver el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y confirmó que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) perderá su estatus de organismo descentralizado y autárquico.
Ambas medidas forman parte de un paquete más amplio que busca centralizar funciones, recortar personal y eventualmente enajenar bienes del Estado vinculados al sector agropecuario.
Profunda reforma del Gobierno: qué organismos del agro disuelve
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció este lunes la decisión de convertir al INASE, hasta ahora un organismo técnico clave en la fiscalización del mercado de semillas, en una Dirección Nacional dependiente directamente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
A su vez, la misma lógica se aplicará a otros entes como el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el Instituto Nacional de Agricultura Familiar (INAFCI) y la Agencia de Cannabis, todos los cuales serán degradados administrativamente.
En paralelo, se confirmó que el INTA dejará de tener autonomía técnica, financiera y patrimonial. Si bien aún mantiene su figura jurídica vigente, fuentes oficiales anticipan la estructura se reordenará luego del decreto que se publicaría mañana martes en el Boletín Oficial.
El Consejo Directivo del organismo será reformulado y perdería la representación mayoritaria de universidades, entidades técnicas y el sector rural. El objetivo es garantizar que las decisiones clave queden en manos del Poder Ejecutivo.
Además, el Gobierno ya autorizó a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) a relevar y disponer de los bienes inmuebles asociados a estos entes. Esto abre la puerta a la venta de inmuebles, campos experimentales, maquinaria y vehículos que actualmente integran el patrimonio operativo del INTA, un organismo que cuenta con más de 400 unidades territoriales distribuidas en todo el país.
Por el lado del INASE, el proceso afecta a una plantilla estimada en 235 personas. En el caso del INTA, el Ministerio de Economía prevé avanzar con un ajuste más profundo hacia fines de 2025. La planta actual ronda los 6.400 empleados.
La narrativa oficial apunta a la necesidad de “reducir estructuras obsoletas y transparentar el uso de los recursos públicos”, en línea con los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Alerta en el campo, tras la reforma de Javier Milei
Sin embargo, la decisión generó preocupación en distintos sectores del agro y el sistema científico-técnico, que advierten sobre el impacto de estas reformas en la investigación aplicada, el control del mercado de semillas y el desarrollo territorial.
El INASE, creado por ley en 1991, venía trabajando en la digitalización del sistema de control varietal, con avances como la plataforma INASE Digital y sistemas de inteligencia artificial para trazabilidad genética. Con su transformación en una simple dirección, se teme que esas líneas de trabajo pierdan prioridad o incluso se paralicen.
En cuanto al INTA, especialistas advierten que la pérdida de autonomía podría afectar su rol como generador de conocimiento público, especialmente en zonas marginales donde el organismo representa la única presencia técnica del Estado.
Las reformas impulsadas por el ministro Federico Sturzenegger, bajo el paraguas de la Ley Bases y el llamado “digesto normativo” representan una transformación estructural de los institutos tecnológicos y productivos del Estado. Si bien el Ejecutivo sostiene que la eficiencia del gasto es prioritaria, las organizaciones rurales, universidades y sindicatos ya se están preparando para resistir el recorte.