16 C
San Fernando del Valle de Catamarca
8 julio, 2025

Cornejo le pide a Milei por IMPSA

El Gobierno de Mendoza, provincia en la que está localizada la empresa, se metió de lleno para intentar convencer al Gobierno de Javier Milei que pague los contratos de obras clave a la empresa privatizada IMPSA. Luego de que Página I12 revelara que esa deuda millonaria impacta en un parate de actividad y, sobre todo, en un perjuicio para la percepción del salario de los trabajadores, Alfredo Cornejo inició contactos con la Casa Rosada para mediar en un asunto delicado. 

Es que el Gobierno de Milei entregó la empresa a capitales estadounidenses en febrero del 2025, y desde entonces no pagó un sólo dólar de los contratos que ya tenía IMPSA con organismos oficiales como la Comisión de Energía Atómica (CNEA), la entidad binacional Yacyretá y el Ministerio de Defensa.

El gobernador mendocino se había mostrado, hasta ahora, ajeno al tema. Pero luego del artículo publicado por este diario el tema en Mendoza se recalentó. Vale decir que la primera privatización que hizo Milei fue sobre una empresa que, durante el gobierno anterior, había sido recuperada por el Gobierno Nacional y la provincia de Mendoza, de manera conjunta. “Está haciendo lo posible, pero está dificil”, admitió alguien que sigue de cerca de las negociaciones. Cornejo, un radical PRO muy cercano a La Libertad Avanza, tiene contacto habitual con Milei, aunque el escenario tiene algunos cambios. Luego de las tensiones de Nación con los gobernadores por giros y obras pendientes, hubo algo de distanciamiento. 

Este diario consultó a fuentes del gobierno de Milei sobre la situación de la firma mendocina, pero no recibió respuestas ni comentarios. 

Crónica de una privatización loca

Los hechos muestran que el gobierno de Milei le cedió IMPSA al grupo estadounidense Industrial Acquisitions Fund LLC (IAF), financistas del Partido Republicano con aceitados nexos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Fue esa la primera empresa de una larga lista de objetivos a privatizar, algunos que los cuales volvió a mirar el ministro de Economía, Luis Caputo, en los últimos días.

El problema es que hoy, a 6 meses del remate de la compañía, empezaron los problemas: el Estado no pagó un peso de los millonarios contratos de obras públicas que la firma tenía y puso en riesgo toda la estructura, con proyectos estratégicos en riesgo.

El mayor de los daños colaterales del incumplimiento de Milei, además, es que la empresa quedó operando sólo con parte de su capitalización y más de 600 trabajadores empezaron a cobrar el aguinaldo en 4 cuotas. En síntesis, la postal de un gobierno que quiere dólares y, a la vez, un ajuste brutal. Una gestión con anhelos de un menemismo neo-privatizador, pero técnicamente incapaz de hacerlo operativo, aún en la cesión apurada de patrimonio público. Según publicó este diario en su edición dominical, Milei debe más de 15 millones de dólares en contratos de obras que ya están en marcha vía IMPSA. Son contratos con organismos como la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Yacyretá (EBY) y hasta el Ministerio de Defensa que conduce Luis Petri. De ese dinero, no pagó ni un dólar desde que entregó la empresa a capitales foráneos.

Entre los proyectos parados más emblemáticos están el mantenimiento de turbinas de la central hidroeléctrica Yacyretá, clave para la generación eléctrica; y el CAREM 25, un reactor nuclear de potencia hecho íntegramente en Argentina, ubicado en Lima, provincia de Buenos Aires. Pero lo más curioso y de color es que la deuda de Milei con IMPSA dejó abandonados hasta a los tanques de guerra en los que el Presidente se subió en un desfile militar: IMPSA tiene el contrato de readecuación para que vuelva a funciona la flota del Tanque Argentino Mediano (TAM). Como el gobierno no pagó el contrato, está frenado.

Cuando esta semana le comunicaron a la plantilla de empleados esta situación, en la Casa Blanca ya habían sonado los teléfonos para que Trump -que para Milei es un socio geopolítico estratégico y un modelo a seguir-, estuviera al tanto de un conflicto inédito para un inversor extranjero. “Esto es muy raro, nunca nos pasó”, fue una de las frases más utilizadas en los intercambios.

Asimismo, fuentes que están al tanto de las negociaciones precisaron que “nos dicen que no tienen partidas presupuestarias para pagarnos y que no saben cuándo podría haber plata”. En este escenario, con contactos aceitados con los republicanos en Washington, los dueños de IAF ya hicieron sonar los teléfonos en los despachos de Trump. Las negociaciones están abiertas. 

Últimas Noticias
NOTICIAS RELACIONADAS