Luego de varios estudios y evaluaciones realizados por médicos del CIF, la Justicia determinó que Mario Rodrigo Del Campo (49) -procesado como presunto cabecilla de una banda de estafadores y usurpadores-, está en condiciones de continuar su tratamiento médico en las instalaciones del penal de Miraflores.
El fiscal de Instrucción de Distrito Norte, Hugo Costilla, ordenó que Del Campo sea trasladado desde un centro de salud privado donde estaba internado, al Servicio Penitenciario Provincial.
Desde el área de prensa del Ministerio Público Fiscal (MPF) informaron que la medida fue ordenada el jueves y que de inmediato fue materializada. Explicaron además que Costilla resolvió en base a los informes médicos elaborados por el Cuerpo Interdisciplinario Forense, quienes concluyeron que “la patología osteoarticular que presenta el imputado, no reviste carácter de urgencia ni emergencia, por lo que no se justifica su permanencia en un establecimiento de salud privado”.
Esta resolución se dictó en el marco del pedido de prisión domiciliaria realizado por su abogado defensor. Como parte del análisis de esta pretensión, el fiscal dispuso que se lleve a cabo un allanamiento y varios registros en el Instituto Médico de la Comunidad, donde Del Campo estaba internado. Paralelamente Costilla pidió los informes correspondientes a la evaluación médica efectuada por el CIF y dispuso la recepción de declaraciones testimoniales.
“Del informe forense se desprende que Del Campo no presenta signos de gravedad -como compromiso vascular, nervioso o infecciones-, que requieran una intervención urgente ni un tratamiento terapéutico complejo”, señalaron desde el MPF. Además, indicaron que la atención traumatológica y el eventual tratamiento pueden ser realizados de forma ambulatoria dentro de un pabellón adecuado para tal fin, en las instalaciones del Servicio Penitenciario Provincial.
A ese lugar fue trasladado Del Campo y tendrá a disposición un seguimiento médico que registre su evolución de su estado de salud general. Para finalizar, desde el MPF enfatizaron que “en base a la evidencia recolectada, la Fiscalía avanza con nuevas medidas investigativas para determinar las circunstancias que rodearon la internación hospitalaria del imputado”.
“Polleras”
“Esta causa no es más que una cuestión de polleras. Al fiscal no solo le bastó con mantener una relación sentimental con quien era mi mujer, de hacer detener ilegalmente a mi hija en otra provincia, sino que además quiere hundirme inventando esta supuesta banda que nunca existió, uniéndose con ella (por su expareja) para eso. Se deben peritar todos los teléfonos celulares de Costilla, donde van a figurar las llamadas y mensajes que intercambiaba con ella (su expareja), quien por despecho al haber confirmado mi relación con (Rocío) Grisel Gordillo.