El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, le dio una vuelta de rosca más a la pela entre las provincias y la Nación por la distribución de los recursos fiscales ayer, al presentarse ante la Corte Suprema de Justicia acompañado por los ex gobernadores Omar Perotti, del justicialismo, y Antonio Bonffati, del socialismo, sus dos antecesores inmediatos en el cargo y actuales diputados provinciales.
Fue una audiencia de conciliación con la ANSES, en el marco de la causa por la millonaria deuda previsional que la Nación mantiene con Santa Fe.
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, acordó con la Nación un monto y el pago en cuotas de lo adeudado, pero Pullaro se resiste a hacer lo mismo.
“Se van a defender los recursos que corresponden a Santa Fe, y si no volvemos con esos recursos, no nos vamos a arrodillar. Seguiremos reclamando hasta que la Corte Suprema nos diga cuánto nos deben y cuánto nos van a pagar. Es el momento de esgrimir los argumentos para que Nación comience a pagar el fondo de la deuda que tiene con la provincia, pero también su flujo, ya que sobre el final del gobierno de Omar Perotti se realizó la demanda por aquella deuda y nosotros la hemos continuado, y lleva intereses”, dijo al salir de la audiencia.
La conformación del Consejo de Mayo busca neutralizar el reclamo de las provincias por la distribución de los recursos federales La conformación del Consejo de Mayo busca neutralizar el reclamo de las provincias por la distribución de los recursos federales
“La Corte Suprema hará los cálculos de interés que nos adeuda, pero también tenemos que discutir el déficit de la Caja de Jubilaciones. En nuestros cálculos, ese flujo es de 15.000 millones de pesos por mes, y por lo menos pretendemos que nos paguen ese flujo y seguir discutiendo el fondo”, agregó.
La actitud del santafesino marca una diferencia con Llaryora, pero el contexto es distinto. Córdoba cerró el convenio con la Casa Rosada, ante la Suprema Corte, a mediados de mayo, cuando la tensión por los recursos federales aún no había escalado.
En cambio, la negativa de Pullaro a ceder se produjo apenas 48 horas después de que todos los gobernadores, Llaryora incluido, se comprometieran a impulsar una ley para que se coparticipen los ATN y casi el 60% del Impuesto a los Combustibles, que la Nación retiene y administra discrecionalmente.
Otro ingrediente que no conviene omitir: Santa Fe celebra este domingo elecciones legislativas. Pullaro apunta a reiterar el triunfo obtenido en abril, cuando se eligieron constituyentes y se celebraron PASO, en elecciones en las que los libertarios quedaron terceros.
Más allá de los posicionamientos electorales, la presencia de Perotti y Bonfatti marca que existe un frente antimotosierra consistente en territorio santafesino.
Mientras, las únicas reacciones del Gobierno nacional a la arremetida de los gobernadores fueron la advertencia de que Milei vetará cualquier ley que pueda afectar el “déficit cero” y la conformación del Consejo de Mayo para discutir políticas estructurales de largo plazo como las reformas laboral y previsional. Los gobernadores están representados en ese espacio por el mendocino Alfredo Cornejo.
Con el Consejo de Mayo, las Fuerzas del Cielo buscan diluir la agenda de las provincias y evitar que la discusión se traslade al Congreso.
A margen de la redistribución de las cargas del ajuste que implicaría la aprobación de la ley que impulsarán los mandatarios, emerge un problema estrictamente político: el debate se desmarca de la dicotomía kirchnerismo/antikirchnerismo que el orden libertario pretende establecer como eje de discusión para las elecciones de octubre.
El hecho de que todos los gobernadores se hayan comprometido torna más dificultosas las maniobras nacionales para pactar con cada uno por separado.
Hay precedentes, no tan lejanos: los caciques se mantuvieron firmes para separar el paquete fiscal de la Ley Bases en el inicio de la administración libertaria y consiguieron la reposición del impuesto a las Ganancias, que se coparticipa.