Mario Rodrigo Del Campo, imputado por presunto liderazgo de una organización ilícita dedicada a la usurpación de propiedades y otras irregularidades, brindó hoy su declaración ante la justicia en la causa que investiga el fiscal Hugo Costilla. En su declaración por escrito, Del Campo rechazó rotundamente los cargos y aseguró ser “totalmente inocente”. Asegura que nunca integró ni lideró ninguna banda criminal, y que las acusaciones en su contra son parte de una venganza personal orquestada por el propio fiscal.
Del Campo, quien lleva más de tres meses detenido, explicó que su actividad siempre fue la de comerciante. Afirmó que, debido a problemas económicos derivados de deudas no cobradas, se dedicó a la compra y venta de créditos de deudores morosos, una práctica que, según él, es completamente legal y común en el ámbito comercial.
Un negocio legítimo, según Del Campo
Según su relato, en su carrera empresarial, Del Campo adquirió carteras de deudas de otros comerciantes a cambio de un precio negociado y luego las ejecutó mediante juicios ejecutivos. “Lo único que hacía era comprar deudas, algo perfectamente legal, y luego gestionar su cobro”, afirmó. En este contexto, también refirió que actuó como diligenciador, realizando diversas gestiones a nombre de sus abogados, pero siempre dentro del marco legal.
En cuanto a la relación con sus colaboradores, Del Campo aclaró que en muchos casos, personas como su exmujer, Marcela Pacheco, y otros, ejecutaban los instrumentos a su nombre debido a la necesidad de organizar y expandir su negocio. “Nunca estafé a nadie ni hice algo fuera de la ley”, insistió, destacando que su única intención era cobrar las deudas que había adquirido legalmente.
Denuncia contra Costilla y la “persecución judicial”
Del Campo fue especialmente duro con el fiscal Hugo Costilla, a quien acusó de actuar movido por intereses personales y emocionales. Según él, la causa en su contra no responde a un verdadero interés en la justicia, sino a una “venganza” derivada de un conflicto con su expareja, Marcela Pacheco. Según Del Campo, Pacheco, molesta por su relación con la abogada Grisell Gordillo, comenzó a hacer denuncias falsas en su contra, las cuales habrían sido aprovechadas por Costilla para acusarlo de los hechos.
El imputado también señaló que Costilla habría mantenido una relación sentimental con su exmujer, lo que, según él, explicaría las acusaciones y la campaña de desprestigio que está viviendo. “Este asunto no es más que una cuestión de celos, una venganza personal“, sostuvo Del Campo, y pidió que se investigue la relación telefónica entre el fiscal y su exesposa para esclarecer la “persecución” que asegura estar sufriendo.
Desmentida de la acusación de “banda de usurpadores”
En relación a la acusación de ser líder de una banda de usurpadores, Del Campo rechazó categóricamente este vínculo. Aseguró que nunca organizó ni participó en ninguna reunión de las personas mencionadas por la fiscalía y que las declaraciones de algunos de los imputados en su contra, como Rocío Grisel Gordillo y José Werfil Vega, son totalmente falsas y carecen de fundamento. “Eso nunca ocurrió”, enfatizó, refiriéndose a una supuesta reunión en 2017 que sería clave para las acusaciones.
Del Campo argumentó que, en realidad, su trabajo se limitó a realizar cobros de deudas, algo completamente legal y dentro de lo establecido por la ley. Además, reiteró que el fiscal ha actuado de forma arbitraria al involucrar a personas ajenas al proceso, todo con el objetivo de “salvar su pellejo” y “limpiar su imagen” ante otras denuncias en su contra.